ATP Finals (Semifinales), Djokovic-Anderson: La apisonadora de Belgrado (6-2 y 6-2)

Novak Djokovic. Al igual que durante todo el torneo, el número uno se mostró excelso. Ni un servicio perdido en toda la semana de competición en Londres y una sensación de superioridad prácticamente insultante para todos sus rivales que a pesar de que lo dejan todo en la pista, no consiguen resquebrajar el sólido muro que planta en todos los duelos el serbio desde el fondo de la pista.

Kevin Anderson. Poco puede hacer uno cuando se encuentra con un auténtico vendaval de juego y sensaciones positivas desde el otro lado de la pista. Lo intentó todo, pero poco a poco fue cayendo presa del desánimo y el desacierto, al ver que nada de lo que proponía sobre la pista funcionaba frente a un Djokovic de otro planeta.

Novak Djokovic era el claro favorito para plantarse en la gran final de la Copa de Maestros y el hecho de que tuviera un cara a cara favorable con Kevin Anderson de 7-1, y habiendo pasado 10 años de la única victoria del sudafricano ante el serbio, no hacía sino ahondar en la superioridad manifiesta que tenía el número uno mundo, de cara a la moral previa a la hora de afrontar el duelo.

Para colmo de Anderson, en la segunda oportunidad de rotura que tenía ‘Nole’ en el primer juego del partido, conseguía el break. Presionaba desde el resto y provocaba los errores de su rival, que no veía la manera de hacer daño a un tenista que parecía tocado por la varita de los dioses. Pero el finalista en Wimbledon no se vino abajo y empezó poco a poco a ofrecer más resistencia. No llegaba a contar con opciones reales de remontar, pero incomodaba algo más el juego de Djokovic. Pero cuando mejor estaba su rival, una nueva rotura le permitía adjudicarse la manga con comodidad al número uno del mundo (6-2).

Mucho tenía que cambiar el panorama para que Djokovic no acabara llevándose con comodidad el partido. Anderson necesitaba mejorar con el porcentaje de primeros servicios para hacer frente al juego sólido al resto del número uno, sin embargo, sucedió todo lo contrario. A las primeras de cambio llegó una nueva rotura que dejó tocado y hundido al tenista sudafricano, incapaz de poder responder a los golpes que le desarbolaban completamente desde el otro lado de la pista.

Todavía quedaría una nueva rotura por llegar, siempre a favor de un Novak que no sabe lo que es ceder un servicio en todo el torneo, lo que le permitía nuevamente cerrar su cuarto partido con claridad en Londres (6-2). En la final volverá a verse las caras con Alexander Zverev, al que batió en el Round Robin, contra el que luchará por conseguir su sexto título en las ATP Finals, pudiendo igualar a Ivan Lendl (1982, 1985 y 1986) y John McEnroe (1983), como los únicos tenistas en ganar este título sin ceder ni un solo set y a Roger Federer en número de trofeos.