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Roger Federer, la reinvención

Kevin Coulson & Dan Quarrell

Publicado 12/01/2018 a las 09:31 GMT

Doce meses después del extraordinario regreso ganador de Roger Federer en el Abierto de Australia 2017, consideramos toda la historia detrás del increíble regreso del mejor jugador.

Roger Federer, the king of men's tennis

Fuente de la imagen: Eurosport

Mackie McDonald, el número 321 del mundo, realiza un segundo saque. Es uno de sus mejores esfuerzos, piensa. Pero hay un problema: Roger Federer está esperando.
El suizo, al comienzo de su primera incursión en el entrenamiento en cuatro meses, duerme la bola con su revés. Termina justo sobre la red y el prodigioso giro la devuelve a la sección suiza de la pista. Increíble. Imposible.
La forma de vela del hotel de siete estrellas Burj Al Arab, un símbolo imponente de la riqueza de Dubái, se fusiona con las palmeras como telón de fondo para el activo más valioso del tenis. Regresó después de haberse desgarrado el menisco en un extraño accidente mientras bañaba a sus hijas gemelas en enero de 2016, lo que finalmente le supuso estar seis meses fuera del juego desde julio.
“Sus manos son una broma”, dice McDonald, quien, por respeto a la privacidad del jugador al que idolatró cuando era joven, no ha hablado públicamente sobre las sesiones de práctica de finales de 2016 hasta ahora. El joven de 22 años, alguien que no se queda atrás y que ha ascendido hasta la posición 176 en el mundo, entrenó con Federer después de que él y su compañero americano Ernesto Escobedo llegasen para la ocasión.
“Llegué temprano un lunes por la mañana. Recuerdo que [Roger] llegó en su Mercedes, se dirigió a la pista con su mochila al hombro (es un tío genial, camina con paso seguro y tranquilo), salió y me preguntó: “¿Cómo estás? ¿Qué tal el vuelo?” Era cordial, tranquilo.”
El trío, junto con el equipo de entrenadores de Federer, participó en sesiones para que el suizo regresase a su ritmo y nivel antes de regresar a la competición en el Abierto de Australia en 2017. Al recordarlo, McDonald se refiere repetidamente a Federer como un “deportista inigualable, un jugador inigualable”, incluso aquellos que conocen el juego y ven su técnica de cerca hablan de ella como si fuese una obra de arte.
Y, sin embargo, mientras se concentraba en su estado físico, había ciertas áreas que el suizo todavía estaba refinando, perfeccionando aún más.
“Mencionó de alguna manera que su salud es un tema importante”, agrega McDonald. “Tiene que ser extremadamente cuidadoso con ella. Tiene las armas, pero son solo los pequeños detalles.”
Claramente, el toque increíble de Federer no lo había abandonado. El problema era que no había ganado un Grand Slam en cuatro años. Había sido descartado desde su derrota en la segunda ronda ante el número 116 Sergiy Stakhovsky en Wimbledon en 2013: John McEnroe estaba convencido de que nunca ganaría otro Grand Slam. Desde entonces, se ha hablado de retiro.
Sin embargo, dos meses después de entrenar con McDonald, Escobedo y más tarde Lucas Pouille en Dubái, al regresar de la mayor ausencia por lesión y cirugía de su carrera, Federer ganó el Abierto de Australia. Ese mismo año, y a sus 35 años, se convirtió en el campeón de Wimbledon de mayor edad en la era moderna sin perder un solo set. Eran sus 18º y 19º obras maestras, aunque la victoria de Melbourne fuera tal vez la mejor.
Pero, ¿cómo lo hizo? ¿Cuáles fueron los “detalles” que cambió Federer para detener su descenso y completar posiblemente el regreso más emocionante en la historia del tenis? Y, por último, ¿hay algún secreto que explique su increíble longevidad?
Federer's majors record

Forjando un nuevo arma

No es frecuente que el jet lag y el dolor de oído inspiren la innovación. Pero ambos, por lo visto, fueron los que llevaron a Federer a añadir una nueva dimensión de ataque a su juego en 2015.
El suizo tuvo dificultades tras un vuelo a Cincinnati, donde estaba practicando en la pista central en agosto antes del torneo Masters de la ciudad, mientras que el francés Benoit Paire, su compañero de pista, tenía un problema en el oído.
“Fue una sesión de entrenamiento agradable, muy relajada”, comenta Paire a Eurosport. “En realidad, fue mi primera práctica en el sitio porque acaba de llegar.”
De hecho, fue tan relajado que Federer, bromista de costumbre (McDonald lo recuerda gruñendo deliberadamente en voz alta, golpeando el revés con ambas manos y vacilando a sus entrenadores), decidió jugar los puntos de la práctica regresando directamente a la línea de base, bloqueando la bola y cargando en la red. El cansancio también fue un factor y Federer se empeñaba en mantener los puntos cortos.
“Fue una broma y, por supuesto, fue muy divertido”, agrega Paire. “[Yo estaba] muy sorprendido ya que Roger lo estaba haciendo simplemente por diversión al principio. Estábamos jugando puntos y comenzó su SABR [“Sneak Attack By Roger” como más tarde fue bautizado y que se traduce como “el ataque furtivo de Roger”]. Estaba dando buenos resultados así que siguió haciéndolo, ¡hasta que lo puso en práctica en un partido!”.
Animado por uno de sus entrenadores, Severin Luthi, Federer empleó la táctica en el torneo y terminó venciendo a Novak Djokovic en la final.
Si suena sencillo, no lo es. El saque a 145 km/hora en un servicio no es lo mismo que un “devolver y atacar” tradicional, es mucho más difícil que realizar un golpe desde el fondo o un saque desde la parte de atrás de la pista, y es un gran riesgo. La dificultad se presenta cuando otros jugadores tienen dificultad para usar sistemáticamente su propia versión del SABR. Pero si se realiza, y sale, puede desestabilizar a un jugador, incluso a Djokovic, y ejercer presión sobre su devolución, forzándolos a golpear más fuerte o más cerca de las líneas.
También hubo un poco de reacción en contra de la táctica, pues hubo quien dijo que Federer no debería moverse tanto durante el servicio de su oponente. Uno de esos críticos fue el entrenador de Djokovic en ese momento, Boris Becker, quien lo calificó de “casi irrespetuoso”. Al recordarlo, el alemán ha suavizado su postura, pero admite que fue un shock.
“La táctica SABR de Roger fue una sorpresa porque la usó en un entrenamiento hace tres años”, comenta Becker a Eurosport. “Obviamente, puede hacerlo porque tiene un enorme talento con la raqueta. Muchos quieren hacerlo, pero la técnica se lo impide”.
"Roger y su técnica no tienen límites".
Sintió que solo era una parte más de su arsenal para presionar a los oponentes desde el principio.”
Lo irónico de todo esto es que Federer usó su propia experiencia de lo que no le gusta en la pista y la aprovechó. Después de enfrentarse a jugadores que devuelven y atacan” en la primera parte de su carrera, estrellas como Tim Henman, que se apresuró al estilo elegante suizo, y Mario Ancic quien lo derrotó en Wimbledon en 2002, ahora es él quien aplica la presión.
The Federer backhand: A brushstroke more than a groundstroke
Para él, la táctica solo es una diversión en la pista”, le dice a Eurosport Alex Corretja, que tiene un récord de 3-2 frente a Federer. Tiene una visión del juego completamente distinta al resto y él solo lo hace a veces porque juega tan relajado y ligero que se puede permitir el lujo de inventar algo nuevo que nadie haya visto jamás.” El entrenador de Serena Williams, Patrick Mouratoglou, comenta a Eurosport que la estrategia de alto riesgo es una evidencia tanto del coraje y la agresividad de Federer como de su habilidad: La táctica SABR dice mucho sobre la voluntad de Roger de jugar junto a la red y desplegar un juego ofensivo al 100 por ciento. Es divertido y es espectacular”.
Federer no solo se reinventó a sí mismo tomando las fortalezas de los demás y haciéndolas suyas, sino que renovó por completo los límites del tenis.

Una transformación mental increíble

Solía tirar raquetas y perder su concentración, era como un niño”, dice Corretja. Solía hacer muchas bromas y lanzar raquetas... pero mentalmente ha hecho mejoras increíbles. Ha logrado calmarse y controlarse a sí mismo”.
Federer siempre ha tenido la capacidad, y fundamentalmente la voluntad, de transformarse a sí mismo desde una perspectiva mental. El mismo jugador que logró convertirse en una máquina de ganar fría como el hielo en contraste con sus primeros años en el ATP Tour, después de estar seis meses fuera de las pistas, logró otra vez encontrar un nuevo enfoque, y una nueva fuente de inspiración. Específicamente, fueron las motivaciones extrínsecas de Federer las que cambiaron. Esta vez se sintió obligado a dar a sus cuatro hijos, dos gemelos y dos gemelas, el memorable recuerdo de ver a su padre jugar y, por supuesto, ganar. Creo que los niños (Myla Rose y Charlene Riva, de ocho años, y Leo y Lennart, de tres) han sido un factor en su resurgimiento hasta el punto en que él realmente quería, sin duda para las chicas, que tuvieran un recuerdo consciente de haberlo visto jugar”, comenta Chris Bowers, el biógrafo de Federer, en declaraciones a Eurosport. "Creo que los niños fueron un factor de motivación”.
No es el primer cambio de perspectiva que ha tenido Federer. Perder ante Franco Squillari en Hamburgo en 2001 también le supuso un punto de inflexión. El joven Federer rompió su raqueta bajo la silla del árbitro después de la derrota por 6-3 y 6-4. Fue un momento en el que se dio cuenta de que debía cambiar su comportamiento antes de que este dominara su juego. El cambio se evidenció cuando Federer alcanzó los cuartos de final de sus siguientes dos Grand Slams, el Abierto de Francia y Wimbledon, una ronda que no había alcanzado antes. La muerte en un trágico accidente de uno de sus entrenadores, Peter Carter, también le dio una perspectiva más amplia.
El destacado psicólogo deportivo Roberto Forzoni, que ha trabajado con Andy Murray y otras estrellas de la élite del tenis, no duda de cuán fuerte debe haber sido Federer para poder pasar de un temperamento impulsivo a una personalidad más fría. Dijo: “Muchos jugadores tienen dificultades para controlar su 'temperatura emocional' en la pista, especialmente si son jóvenes. Ser capaz de cambiar requiere una habilidad especial y dedicación para pasar por el proceso”.
Forzoni incluso piensa que el cambio podría haber sido un factor crucial en el futuro éxito de Federer. “Nunca es fácil cambiar de alguien que pierde el control a alguien que tiene el control total, y lo que suele ocurrir es que cuando una persona lleva a cabo dicha transformación y termina mucho mejor, el proceso se vuelve más fácil y más gratificante, casi como una profecía autocumplida”, añade. “Desarrollas la voluntad de cambiar y usas ciertas estrategias para recordarte que mantengas el control de la situación, finalmente ves los beneficios y el ciclo continúa”.
Pero lo que quizá sea aún más notable ha sido la forma en que Federer se motivó a sí mismo a regresar luego de su ausencia de seis meses. Entonces, ¿cómo es que volvió más concentrado que nunca? “Lo atribuí a su pasión por el juego”, agrega Becker. “Su regreso después de seis meses muestra realmente cuánto le gusta el tenis a Roger”.
No había ninguna razón para que él regresara. Ha ganado todos los torneos un par de veces, entre ellos varios Grand Slam, por lo que su amor por el deporte debe ser ilimitado para pasar por las pruebas y tribulaciones de la rehabilitación hasta llegar a donde está ahora.
Cómo Federer, que pasó de ser el “niño” al hombre proclamado posiblemente como el jugador masculino mentalmente más fuerte e inquebrantable en la historia, ofreció un modelo que luego usaría para reinventarse nuevamente en lo que parecía su final de carrera.
“Todo el mundo ve su talento porque es lo más obvio, pero Roger es un competidor y un luchador increíble”, dice Mouratoglou. “Cree en sí mismo más que cualquier jugador y no se da por vencido, siempre puede elevar aún más su nivel en los grandes partidos”.
Y luego está la presión, o la (relativa) falta de presión para Federer, después de no haber ganado un Grand Slam en casi cinco años y regresar de una lesión grave con bajas expectativas. David Law, quien fue una de las primeras personas en conocer la grandeza del suizo desde que apareció por primera vez en el Tour de tenis hace 20 años, recuerda su estado de ánimo antes de su partido de regreso a Melbourne el año pasado, cuando habló con Federer y el entrenador Ivan Ljubicic en el jardín de los jugadores. “Estuvimos charlando sobre paternidad, jugadores y varias cosas más”, recuerda el comentarista y presentador de Tennis Podcast. “Miro la [gran] pantalla y de repente me digo: ¡Vaya, se supone que en media hora debes estar en la pista!”.
“Este fue su primer partido de vuelta después de seis meses. Aquí está él, mirando jugar a Angelique Kerber en la pantalla, cuando viene hacia mí y me dice: Supongo que será mejor que vaya, ¡tengo que estar en la pista cuando esto termine!”.
Mientras que otros jugadores tienden a estar mirando intensamente al espacio con los auriculares puestos o meditando en el vestuario, Federer estaba encantado de estar de vuelta en acción. “Jugaba sumamente despreocupado, con una libertad que nunca habíamos visto”, dice Law.
Un auténtico amor por el juego, el deseo de dar a sus hijos recuerdos imborrables, y la liberación de la constante presión parecen haber dado a Federer el impulso definitivo para llevar su carrera a otro nivel, a pesar de su avanzada edad. Pero también es su carácter y disposición a cambiar su propia mentalidad y enfoque lo que le ha permitido prosperar.

La maravillosa mente detrás de la rutina

A lo largo de su carrera, Federer ha contado con entrenadores de renombre, sin embargo, un solo nombre destaca por encima de todos ellos. Pierre Paganini, el gurú del fitness a cargo de su dieta, entrenamiento físico y calendario, ha sido reconocido como la “maravillosa mente” que se esconde detrás del suizo y su extraordinaria longevidad.
“Paganini se dio cuenta, cuando Roger era un adolescente, que si quería que se pusiera en forma no tenía sentido decirle: tienes que ir al gimnasio”, recuerda Bowers. “Comprendió que estaba bajo su responsabilidad hacer que la rutina de ejercicios fuera interesante y variada, de modo que Roger siempre estuviera listo y entusiasmado porque estimularía su mente y su cuerpo”.
Cuando jugadores como Nick Kyrgios y Bernard Tomic describen cuánto aborrecen el entrenamiento, con su falta de éxito reflejando su mentalidad general, no es descabellado preguntarse lo importante que es para un jugador tener una mente creativa detrás de la rutina.
Eso es exactamente lo que Paganini ofrece para el infatigablemente positivo y optimista Federer, y no podría ser más valioso para su alumno estrella.
Como el exentrenador de Federer, Paul Annacone, explica a Eurosport: “Paganini tiene una mente maravillosa y es un entrenador empírico. Han trabajado juntos durante 20 años y Roger tiene mucha confianza en él. “Pierre crea tantos ejercicios prácticos en su entrenamiento que puede hacer que siempre sea divertido, interesante, novedoso, animado y creativo. Está perfectamente adaptado a la manera de jugar al tenis de Roger.
“Para Roger, lo que es único es lo mucho que disfruta el entrenamiento después de todos estos años: las sonrisas, las risas, los ejercicios, el trabajo duro.”
Los jugadores siempre hablan de la cinta de correr. Andre Agassi quizá sea el ejemplo más famoso de una estrella obligada a ir al circuito y que, a menudo, le costaba horrores encontrar ganas para jugar al tenis. Pero en un claro contraste, a Federer todavía le encanta el juego, y lo que tal vez sea aún más importante en el contexto de su larga ausencia, aún le encanta su entrenamiento. Cuando, en un acto inusual, ofreció echar un vistazo a sus métodos de entrenamiento en una retrasmisión en directo en Twitter en diciembre de 2016, estuvo claro que sus sesiones eran únicas e innovadoras.
Paganini, un exdecatleta que trabajó con un Federer de 14 años cuando llegó al centro suizo de tenis júnior, rara vez viaja con su equipo, pero el impacto que tiene es inmenso.
Como uno de los primeros entrenadores de fitness en exigir autonomía sobre la dieta de un jugador y el calendario de torneos, inmediatamente proporcionó la estructura y disciplina necesarias que ayudaron a Federer a convertirse rápidamente en un experimentado profesional del Tour. Pero mucho más que eso, él es el factor determinante en cómo el jugador de 36 años logró su regreso en 2017.
¿Por qué Federer todavía siente tanta pasión por el juego a pesar de haber conquistado casi todo? Los métodos innovadores y el pensamiento creativo de Paganini tienen mucho que ver con eso.

El cambio en su revés

El revés de Federer siempre había sido la parte más débil de su juego. En este caso, es imperativo no confundir “más débil” y “débil” ya que no hay nada débil en este recurso de Federer y, para muchos, su revés es más una pincelada que un golpe de fondo. Corría el año 2013 y no estaba consiguiendo lo que quería, parecía predestinado a caer en el segundo puesto cada vez que se enfrentaba a grandes figuras como Andy Murray, Novak Djokovic y Rafa Nadal.
Pero después de su victoria en el último set ante Nadal en Melbourne el año pasado, el español notó que algo era diferente, que algo había cambiado. “Roger hizo algo increíble y creo que es verdad que su revés es genial ahora”, admitió Nadal.
“En mi opinión, su regreso es una de las mayores mejoras.”
Nadal no estaba diciendo nada que no se hubiese dicho antes, pero viniendo de él alcanzaban otra dimensión. Eso no solo se debió a que lo experimentó de primera mano, sino también porque, hasta ese momento, se habían enfrentado un total de 34 veces, con Nadal imponiéndose en el cara a cara con un 23-11 a su favor.
Su primera victoria sobre Federer le llegó siendo un joven prodigio de 17 años en el 2004. Con el paso de los años quedó claro que su juego era ideal para batir a su oponente de mayor edad. Su drive cruzado con la mano izquierda, concebido en la tierra batida de Mallorca, donde el portentoso bote induce un mayor giro, es una de las armas más mortíferas del juego. Es como la kryptonita para su mayor rival, dirigido al tiro más débil del suizo, sacándolo de su posición y permitiendo que Nadal dicte los puntos. De forma similar, su servicio corta naturalmente a los diestros y, en la segunda devolución en particular, puede botar por encima de la altura de los hombros.
Corretja recuerda haber usado una estrategia similar al vencer a Federer en los cuartos de final del Abierto de Francia en 2001. Dijo: “Hablé con mi padre después del partido y me dijo: 'Este chico juega bien, pero comete muchos errores, especialmente con bolas altas en su revés' y yo le contesté, 'bueno, sí, pero ese era el único lugar donde podía jugar contra él'”.
Federer, que siempre ha buscado la manera de mejorar su revés desde que abandonó un experimento a doble mano cuando tenía 12 años, tenía un defecto fundamental en su juego. Su habilidad para golpear la bola limpiamente con una mano era, irónicamente, lo que le impedía liberarse de las limitaciones.
Es sumamente difícil mantener el poder y el control cuando se enfrenta a un bote alto, por lo que la capacidad de Federer para alzarse con los Grand Slams con tanta facilidad en sus mejores años dice mucho de su increíble habilidad en todos los niveles. Pero la potencia y las revoluciones que puso Nadal en las bolas magnificaron el problema, y es que el español estaba ligeramente por delante en su gran rivalidad.
Hace cuatro años, Federer comenzó a superar sus defectos y el primer paso parecía increíblemente sencillo...

Dominando a Nadal

Un cambio en la raqueta, específicamente a una con una cabeza más grande para permitir un mayor área de encordado y mejor consistencia en el golpe con efecto liftado, parece fácil. Pero desechar la herramienta con la que se ha forjado 17 títulos de Grand Slam no es algo sencillo.
Los mejores jugadores pasan miles de horas practicando con sus raquetas y están tan adaptados a ellas, están tan acostumbrados a su agarre, marco, sensación, cuerdas, tensión, que notan cualquier cambio, sin importar lo insignificante que sea.
“Traté de conseguir que Pete Sampras cambiara por una raqueta más grande, pero nunca pude llegar a hacer que traspasase ese límite porque estaba sumamente cómodo con la que estaba usando”, agrega Annacone.
“Con Roger fue diferente, él estaba muy abierto a las conversaciones y a la posibilidad de hacerlo, y entendía los pros y los contras que ello implicaba. Estaba encantado de hacerlo, el único problema era saber cuándo era el momento adecuado”.
Mientras probaba una raqueta con cabeza más grande en el verano de 2013, padeció varias lesiones en la espalda y Annacone pensó que era mejor llevar a cabo el cambio desde una posición de fuerza, no de vulnerabilidad.
“A pesar de que lo intentó, no pudo quedarse con ella debido a las lesiones”, explica Annacone. “Incluso él sabía después de ese período de prueba que era algo que iba a intentar de nuevo, solo era cuestión de tiempo. Hacia 2017 vimos lo cómodo que se sintió al final”.
No fue sino hasta 2014 que Federer cambió de forma permanente y su nuevo entrenador, Stefan Edberg, uno de los mejores voleadores de la historia, lo ayudó a mejorar su juego agresivo. El revés de Federer comenzó a usarse más como una fuerza de ataque, un disparo para ganar puntos, no solo para prolongarlos. Confiaba en sí mismo para entrar más a la red y, a través de voleas y SABR, forzar la situación.
Fue una evolución, no una revolución, era fundamental para su futuro éxito. Djokovic y Murray, ambos seis años más jóvenes, habían surgido como las fuerzas dominantes, incluso por delante de Nadal, y estaban ampliando los límites de la resistencia y el atletismo, ganando partidos desde la línea de base con precisión metronómica y niveles disparatados de contraataque.
Federer necesitaba menos para provocar más, necesitaba puntos más cortos para extender su éxito. Ese proceso comenzó con Edberg, por supuesto, pero a finales de 2015 la pareja dejó de trabajar juntos y el suizo reemplazó a su ídolo de la infancia con su amigo Ljubicic.
Parecía una elección extraña: ¿Cómo podría un hombre con un solo título de Masters 1000 a sus espaldas y que ha tenido éxito sin ningún entrenador ayudar al mejor jugador masculino?
En resumen, podría refinar y reforzar: mejorar los disparos y darle a Federer la confianza de que los cambios funcionarían. Hubo tres cosas que tal vez cualificaron al croata más que a nadie: venció a Federer tres veces en su carrera temprana y así conoció las áreas más débiles del suizo junto con las de sus oponentes; tenía un poderoso revés a una sola mano capaz de imponer puntos; él era (y es) un estratega inteligente.
Aunque posiblemente nunca sepamos hasta qué punto se extiende la influencia Ljubicic (no da entrevistas y Federer nunca ha profundizado en los detalles de su relación), el rendimiento de revés ha mejorado notablemente, y el jugador también ha admitido que el objetivo de Ljubicic es mejorar los pequeños detalles de su juego, para “añadir esos pequeños porcentajes extra”.
Bowers está de acuerdo: “Creo que lo que Federer busca en un entrenador es un intenso debate la noche anterior. Él le dice a Roger cosas que ya sabe pero que necesita recordar, ese es el modo en que funciona la relación.”
Así que incluso durante la final del Abierto de Australia contra Nadal, cuando estaba 3-1 abajo en el set decisivo, Federer acomodó su revés en casi todas las oportunidades y, a veces, parecía unido quirúrgicamente a la línea de base en sus esfuerzos por reducir los ángulos, el tiempo de reacción y el ataque de Nadal. Él no vaciló en el plan de juego.
Claramente, no había estado inactivo durante su forzada ausencia. Mientras que otros pensaban que nunca volvería a ser el mismo jugador, y las llamadas al retiro volvían a aumentar, Federer estaba poniendo en práctica su estrategia para un regreso antes de desarrollar un regreso más que impecable y un “gran” golpe de revés, como Nadal se refiere a ello, en la pista de entrenamiento.
“Simplemente viendo el tenis que estaba jugando en Australia... él utilizaba más el revés, se estaba quedando encima de la línea [de base]”, agregó McDonald. “¡Se me olvida que probablemente estaba trabajando esas cosas en Dubái!”.
Desde aquel último set en Melbourne, Federer llevaba cuatro partidos sin perder contra Nadal. Habiendo mejorado su punto más débil en parte para contrarrestar a su gran rival, es el cambio definitivo que necesitaba su revés.

El verdadero secreto de la longevidad

¿Cuál es el secreto para lograr el continuo éxito en el más alto nivel del tenis? Uno de los aspectos más infravalorados es muy simple: mantenerse en forma. Con frecuencia, la disponibilidad es la capacidad más importante a la hora de diferenciar a los mejores jugadores del mundo, y Federer es un auténtico maestro en el control de su cuerpo y su calendario. Con excepción de su famosa ausencia de seis meses y de la extraña tensión en la espalda, Federer ha tenido siempre una extraordinaria salud en el transcurso de su carrera. ¿Simplemente buena suerte? Quizás. Pero desde que se hizo profesional en 1998, debe reconocer mucho más que solo suerte.
Según los entendidos, posee un juego pensado para durar, y ese es uno de los grandes secretos de su aparentemente interminable esplendor. Creo que una parte tiene que ver con su condición y preparación física y, la otra, con su forma de jugar al tenis, que no sobrecarga su cuerpo”, cree Bowers. Creo que hay un factor en el revés a una mano que ejerce menos presión sobre el cuerpo y, en particular, el golpe de derecha con un intenso agarre, es un estilo de juego que no somete al cuerpo a tanta tensión como Nadal, Djokovic y Murray”.
Otros jugadores a menudo golpean la bola desde atrás con las raquetas modernas con una ligera torcedura en la parte inferior de la espalda y no me sorprende que muchos de ellos tengan problemas en la zona lumbar y la cadera”.
El estilo de juego de Federer no solo es estéticamente agradable, sino que también parece haberle ayudado a mantener su forma física durante todos estos años. En pocas palabras, tiene un juego ideado para durar.
En el pasado, los jugadores pensaban, 'si me detengo durante unos meses, nunca volveré', por lo que se negaron a parar y terminaron lesionándose”, dice Mouratoglou. Roger no tenía miedo de pensar, 'OK, quiero jugar unos años más, no soy joven y mi cuerpo no puede permitirse hacer lo mismo que cuando tenía 20-25 años, así que seamos inteligentes y juguemos menos, preparémonos para los eventos principales, los Grand Slams'”.
Creo que demostró que, al diseñar cuidadosamente su calendario, podría estar fuera durante seis meses (sabiendo que no es cualquiera, no es un jugador normal) y volver y ganar más que nunca.” Cuando Federer reflexionó sobre su asombrosa habilidad para controlar su cuerpo el año pasado, diciendo que estaba agradecido” por haber tenido tan buena salud durante toda su carrera, resultó particularmente sorprendente dada la avalancha de lesiones sufridas por sus rivales.
De hecho, después de las World Tour Finals en 2017, Federer se dio cuenta de que en el pasado, muchos se retiraban a los 30 años, y que es sumamente importante administrar tu calendario de manera diferente, sino encuentras muchos que lo dan todo durante 15 años... hasta que tienen algún tipo de lesión”.
A sus 36 años, él ya ha superado con diferencia a leyendas como Sampras, que se retiró a los 32 años, Bjorn Borg (26) y Becker (31), en la medida en que ha encontrado una manera de triunfar a pesar de las estrafalarias exigencias del calendario del ATP Tour.
Su decisión de saltarse el Abierto de Francia, que se juega en tierra batida, la superficie que peor se le da, y que también es el torneo más agotador, para así centrarse en Wimbledon, fue otro golpe maestro. Fue directo al título sin conceder un solo set en la hierba del SW19, las rápidas pistas se adaptaron aún más a su estilo de golpe más plano. Con Nadal, el ganador de los otros dos Grand Slam en 2017, también regresando después de una larga ausencia y las hermanas Williams disputando la final femenina en Melbourne después de jugar relativamente poco tenis entre ellas, otra tendencia comenzó a emerger, con Federer en el primer plano.
Esta regeneración particular de Federer, el modelo por excelencia de 2017, podría preparar el camino para que los jugadores se conviertan en especialistas de superficie, especialmente en los últimos años de sus carreras. Como Becker explicaba a Eurosport, todo está relacionado con su calendario, y ahí es donde ha sido más inteligente que los demás.” Él realmente sabe qué torneos son importantes para él, los descansos intermedios.
Creo que su esposa, Mirka, desempeña un papel muy importante, y su familia y organización, todo está en orden para que él siempre esté de la mejor manera. Creo que esa es la razón por la que, después de todos estos años, todavía sigue triunfando”. Paganini también tiene una gran influencia en esto, como hemos visto, pero la extraordinaria longevidad de Federer se debe en gran parte a la negativa a dejarse arrastrar por la miopía que corrompe a otras estrellas del deporte actual y a cómo tratan a sus cuerpos.

¿Djoker en el lote?

Con el ejemplo de Federer y siendo el mejor jugador” masculino de la historia, el debate se ha resuelto inmediatamente. Incluso teniendo en cuenta el contraste entre las épocas, los años estériles de Rod Laver cuando fue expulsado de los Grand Slams, y los registros de enfrentamientos, el increíble año 2017 del suizo parece haber catapultado finalmente a Federer como el mejor. Es imposible para mí no decir que es Roger [el mejor de todos los tiempos] porque juega mejor que nadie en la historia y aún continúa ganando”, dice Mouratoglou.
Aun así, siempre hay alguna pega, alguna letra pequeña que tienes que revisar antes de asegurarte que tomas la decisión correcta. Con el extraordinario regreso de Federer, esa nota al pie es la delicada situación de sus principales rivales. Quizás sea irrelevante, y las estadísticas narran la historia: 19 títulos de Grand Slam, tres más que Nadal, no mienten, especialmente cuando se tiene que competir en la era de los Cuatro Grandes”.
Pero la temporada pasada, Federer solo tuvo que enfrentarse a uno de ellos, Nadal, en un Grand Slam. Murray tropezó, una lesión en la cadera fue el precio a pagar por sus esfuerzos sobrehumanos para alcanzar el número uno a finales de 2016. Djokovic también hizo lo suyo después de lograr el Slam de su carrera” en el Abierto de Francia a principios de ese año, mientras que las distracciones fuera de la pista y los cambios en su equipo de entrenadores tampoco ayudaron. Y Nadal también ha lidiado con las lesiones.
Estos tres jugadores tienen el tiempo de su lado. Y sin embargo, como hemos visto, parece que Federer ha descifrado el código de su rival más cercano, el español, mientras que Murray, que comenzó a ganar Grand Slams demasiado tarde para desafiar el récord, podría tener dificultades para volver a su mejor nivel debido a sus problemas crónicos de cadera.
Last Supper at the top table: (clockwise, from bottom left) Murray, Nadal, Federer, Djokovic
Lo que deja a Djokovic, que dominó durante dos años hasta su éxito en Roland Garros. Desde las finales del World Tour Finals de 2013, lidera el enfrentamiento directo con Federer 10-6. En Grand Slams es de 4-0.
En los tres años que trabajé con Novak, él estaba en la cima de su juego y fue capaz de vencer a Roger y Rafa en un nivel muy alto”, agrega Becker. Estoy seguro de que el día Novak regrese se va a enfrentar a un Roger Federer más fuerte, por lo que deberá adaptar su estrategia y su juego”.
Parece que Djokovic podría estar ya en ello después de imitar a Federer en una prolongada ausencia de las pistas y la contratación de un jugador recientemente retirado, Radek Stepanek, como miembro del equipo de entrenadores. El caso es que se avecina otro fascinante Abierto de Australia. ¿Podrá alguien derrotar a Federer? Asoma como el gran favorito en todas las opciones. Posiblemente el mayor obstáculo que encuentre será el nivel previsto para su propio éxito a los 36 años de edad. La pasada edición no se esperaba su victoria. Este año la presión está, pues, sobre él.
Si finalmente consigue superarla y conquista su vigésimo Grand Slam, igualando de paso el número de títulos de Djokovic en Melbourne, el debate habrá quedado cerrado. De ser así, los últimos episodios de su carrera deportiva, con una renovación de su juego a partir de 2013 y una resurrección hasta volver a ser el hombre a batir, serían probablemente los más admirables de su brillante trayectoria. Como dice Becker: [Federer] ha sido capaz de adaptarse todo el tiempo a sus oponentes. Es por eso que ha sido tan bueno durante tanto tiempo”.
Roger, reinventando el éxito.
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Texto: Kevin Coulson y Dan Quarrell
Ilustraciones: Phil Galloway
Diseño gráfico: Chloe Livesey
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