Open Australia 2019: Andy Murray y el triste final del 'Big Four'

Incluso el propio Murray barajaba la posibilidad de que el Open de Australia fuera su último torneo, después de convivir con el dolor desde el final de la temporada 2017, teniendo que pasar por el quirófano para intentar solucionar sus problemas físicos en la cadera. La rueda de prensa del exnúmero uno del mundo dejaba claro que había llegado al límite tomando la decisión más triste posible, para él y para el resto del circuito de la ATP, que echará mucho de menos a todo un revolucionario en el Reino Unido que hasta su llegada no sabía lo que era ganar un Grand Slam desde que lo hiciera Fred Perry en los años 30.

Quizás Murray no llegue al palmarés de sus tres compañeros de fatigas, Federer, Nadal y Djokovic, sin embargo, tiene el honor de poder decir que en una de las épocas de más nivel de toda la historia del tenis, tuvo gran parte de culpa de que realmente se llegara a esa competitividad y hambre de títulos, sumando tres Grand Slams (US Open 2012 y Wimbledon 2013 y 2016), 41 semanas como número uno mundial, 14 Masters 1.000 y dos oros olímpicos en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.

Un jugador que será recordado por su capacidad de sufrimiento dentro de una pista de tenis, para bien, siendo un muro infranqueable desde la línea de fondo, y por desgracia con la nota negativa de sus problemas en la cadera que le han traído por la calle de la amargura durante el final de 2017, la totalidad de 2018 y persisten en 2019, obligando al escocés de 31 años a decir adiós, dejando atrás una carrera que posiblemente ya no esperaban tras muchos años de sequía en las islas británicas, y que difícilmente se podrá repetir en un futuro cercano.

Su lesión le llevó fuera del top-100 mundial por primera vez en 13 años, pasando de liderar la clasificación en 2016 a abandonar casi de golpe las primeras posiciones del ránking. A pesar de ello, Murray no ha cejado en su empeño de volver a ser el que era, quizás impulsado por el ejemplo de Nadal, Djokovic y Federer, que superaron sus problemas físicos para regresar con más fuerza si cabe a conquistar Grand Slams. Para el escocés no ha sido posible y todos sus intentos han quedado marcados por una dolencia que posiblemente le obligue a pasar nuevamente por el quirófano.

Queda el consuelo de disfrutar de Andy Murray un poco más, en un auténtico partidazo contra el recientemente vencedor en Doha, Roberto Bautista en primera ronda del Grand Slam australiano. Eso como mínimo si no consigue superar el duelo, seguramente recibiendo el reconocimiento que se merece de parte de los aficionados y de todo el mundo del tenis, que no terminan de creer que uno de los jugadores más queridos punga punto y final a su vida deportiva.

"He estado sufriendo durante un largo tiempo, un total de veinte meses. He intentado hacer todo lo posible pero el dolor no ha cesado", explicaba Murray totalmente abatido en Melbourne, vencido ante la falta de posibilidades de terminar con una lesión que le ha dejado hundido tanto física como mentalmente. Este viernes, las lágrimas del británico han sido las lágrimas de todo el mundo del tenis. Te echaremos de menos Andy.