Deportes populares
Todos los deportes
Mostrar todo
Opinion
Tenis

Blog Murciego: El último aviso de Varvara Gracheva

Fernando Murciego

Publicado 01/10/2019 a las 08:21 GMT

El BBVA Open Ciudad de Valencia puso el broche de oro este domingo a una semana repleta de buen tenis. Varvara Gracheva levantaba su quinto título del año, convirtiéndose en la cuarta campeona en cuatro ediciones del evento. Una jugadora que acumula 64 triunfos esta temporada y que amenaza con quedarse en nuestras pantallas a partir del curso que viene.

Varvara Gracheva (BBVA Open Ciudad de Valencia 2019)

Fuente de la imagen: EFE

No era la más famosa, muchos no sabían pronunciar su nombre, otros jamás la habían visto. A Varvara Gracheva (121º WTA) nadie la esperaba el pasado domingo en el Club de Tenis Valencia, pero ninguna rival del cuadro supo cómo pararla. La rusa de 19 años se mostró inabordable, regalando una exhibición diaria, cada vez que saltaba a pista ocurría la magia. Al final, con el paso de las rondas, el público fue entendiendo que aquella desconocida acabaría siendo la protagonista de la película, hipótesis que se confirmó en el último día de competición. Un nuevo talento que pudimos disfrutar en Eurosport y que nos deja con ganas de más. Este artículo viene a cubrir esa necesidad.
"Ha sido una semana increíble para mí, quiero dar las gracias a Eric, mi entrenador, que ha hecho un gran trabajo conmigo toda las semana, aunque no siempre he sido la mejor alumna". Estas fueron las pocas y concretas palabras que la tenista de Moscú expresó una vez amarrada la copa. Toda la semana le vimos con rostro serio, concentración máxima, enfocada completamente en su táctica, impasible antes las circunstancias. La primera sonrisa que se le escapó en España fue cuando se juntó el peso del trofeo con el peso del momento. Era ella y no otra la que sumaría esos cien puntos para quedarse a un suspiro de las 120 mejores del mundo. Puede que este dato no cause mucho revuelo, sensación que cambiará inmediatamente al recordar que Gracheva arrancó esta temporada siendo la 481º del ranking.
Un salto al vacío con final feliz. Varvara inició el 2019 perdiendo en la fase previa de un W25K en Hong Kong, cediendo ante jugadoras que todavía tenían peor ranking que ella. Nueve meses después, la de Moscú cierra el telón conquistando dos torneos W60K de manera consecutiva (Saint-Malo y Valencia). Meses antes, el circuito ya la vio ganar tres 25K (Chiasso, Caserta y Montpellier). Un calendario cargado de desgaste (26 torneos disputados) y recompensado con cinco títulos y 64 victorias en su casillero. O lo que es lo mismo, superando por una las 63 que hasta esta misma semana sumaba la holandesa Arantxa Rus, a quien desplaza de esa primera posición. Varvara encarna lo que solemos catalogar de explosión en el sentido más deportivo de la palabra. En menos de un año ha conseguido quitarse de encima el anonimato. Y solo a base de resultados y buen tenis.
No busquen entrevistas, declaraciones, fotografías o historias relacionadas con Gracheva, no existen todavía. Un perfil bajo, bien cuidado, casi protegido por parte de la prensa, la misma que ahora buscará compensarlo en tiempo récord. De momento, lo que sí empezamos a conocer es el tenis que desprende su raqueta. Sus cinco títulos de 2019 fueron todos cosechados sobre la misma superficie: la tierra batida. Pero no se confundan, si nunca pudieron verle un partido, su estilo huye de cualquier sistema defensivo o conservador. Buen servicio, aunque el segundo es puesto. Derecha agresiva, nunca le verán dejar una bola muerta, sin intención, sin acelerar. Revés poderoso, de largo su mejor golpe, inalcanzable cuando lo coge con altura y cruzado. Si hay que defender también se defiende, pero atacando, en Valencia todavía alucinan con su golpe en carrera. A la red, eso sí, solo sube una vez: para dar la mano. Una especia de pequeña Ostapenko pero más ordenada, sin apenas errores no forzados y con una marcha medio-alta que te acaba fundiendo, como una tortura china. Para muestra, sus parciales de esta semana: 6-2, 7-5, 6-1, 6-1, 6-2, 6-1, 6-1, 6-1, 3-6, 6-2 y 6-0. Un set perdido de once disputados. Campeona no, campeonísima.
La enésima alegría de la cantera rusa tiene nombre y apellidos: Varvara Gracheva. No habla mucho, apenas sonríe, pero juega y todo cobra sentido. De la generación del 2000, sí, misma edad que la última campeona del US Open. La irrupción de Bianca Andreescu fue tan necesaria como maléfica para los más jóvenes, quienes podrían caer en el error de mirar su partida de nacimiento y no entender por qué ellos están donde están y otros donde merecen estar. El tenis siempre fue cruel en ese sentido, aunque también justo, no todos pueden recorrer el mismo camino. Aquí cada uno se vale por sí mismo, sin ayudas de agentes, enchufes o suerte. Llegarás donde lleguen tus victorias. Gracheva, que lleva ya 64 esta temporada, deberá rediseñar su calendario del año que viene, cambiando los torneos ITF por las previas de los Grand Slam. Eurosport nos la presentó y allí la seguiremos viendo, solo que ahora ya sabemos qué esperar de ella. Valencia fue el último aviso de un talento que ya apunta a la élite.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Temas relacionados
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio