Blog Murciego: Thiem se salta la cuarentena

Lo cierto es que este 2020 no empezó de la mejor manera para Dominic Thiem. El austriaco llegó a la ATP Cup con ilusión para ser el faro de su país, pero salió derrotado en dos de los tres encuentros que disputó (ganó a Schwartzman y cayó ante Coric y Hurkacz). Sin embargo, Oceanía le traería semanas más tarde uno de los mejores momentos de su carrera. Su subcampeonato en en el Open de Australia le colocaba como el gran candidato a romper la dictadura del Big3 a corto plazo, aunque luego febrero le trajera una nueva decepción con una derrota en los cuartos de final Río de Janeiro frente al número 127 del mundo.

Con esta marea de sensaciones llegó Indian Wells, donde Thiem defendía título, pero el desafío quedó aplazado por el maldito coronavirus, el cual todavía nos acompaña estos días. ¿Y ahora qué? Los jugadores se quedaron congelados, aunque hubo uno que no aceptó tan rápido este desenlace. Rápidamente, el austriaco empezó a urdir un plan que le permitiera no perder esas buenas vibraciones, un plan sostenido en disputar el mayor número de exhibiciones posibles que se celebraran en Europa. El resultado no ha podido resultar más favorable: del 27 de mayo al 19 de julio, el actual Nº3 del mundo ha competido en siete eventos no oficiales, ganando cuatro de ellos y dejando un balance de 25 victorias y 3 derrotas. Hagamos un repaso rápido.

La fortuna divina quiso que Thiem naciera en uno de los países menos afectados por esta pandemia y, al mismo tiempo, con más emprendimiento a la hora de organizar torneos. Allí hemos podido verle lucirse ante todos sus compatriotas en varias ediciones de las Austria Pro Series. Más tarde daría el salto al famoso Adria Tour, también sobre tierra batida, del que salió vencedor en su primera parada antes de que se diera la espiral de contagios en Zadar. También se dejó caer por el torneo de Mouratoglou, aunque allí no tuvo tanta presencia y eso le impidió sumar los puntos suficientes para alcanzar las rondas finales. Curiosamente, se le escapó la exhibición que llevaba su nombre en un fin de semana pasado por agua y con la irrupción de un fatástico Rublev. Por último, en Berlín le hemos visto coronarse tanto en hierba como en pista durabajo techo, confirmando que a este chico da igual donde lo pongas. Siempre cumple.

Desde luego, esto se puede llamar de muchos nombres pero nunca una ‘cuarentena’. En total, Dominic ha disputado 28 partidos en los últimos 54 días, un ritmo mucho más frenético del que hubiera desarrollado en el circuito oficial. Vale que los formatos mostrados durante el verano no exigían el esfuerzo de un partido en Grand Slam, pero el mensaje del austriaco va mucho más allá. "He tenido seis o siete años increíbles en el circuito, jugando muchísimos partidos, así que creo que este descanso me ha podido venir bien. Obviamente es amargo porque me llegó en mi mejor momento como profesional, pero no puedo hacer nada”. Nada es lo que harán sus oponentes como les toque cruzarse con él cuando regrese la competición. ¡Que viene el coco!