ATP Cup (final), Djokovic/Troicki-Carreño/López: ‘Nole’ fue demasiado (6-3 y 6-4, SER 2-1 ESP)

Rafael Nadal. Víctima de una semana de actividad frenética, tuvo que levantar el pie del acelerador y renunciar a disputar el último dobles del torneo. El hecho de que sea la primera semana del año desaconsejaba seguir pugnando por cada punto como hizo en Madrid a finales de 2019, y observó impotente cómo Serbia consiguió darle la vuelta a la final y se llevó el torneo.

Novak Djokovic. El gran valedor del torneo como presidente del Consejo de Jugadores de la ATP se erigió el gran héroe de lo que un día fue la Copa del Mundo por Equipos. Djokovic dio el paso adelante para Serbia superando a Nadal y confirmó su ascendente sobre su equipo y la afición en Sídney con una actuación completa y llena de garra en el dobles. Asusta el nivel que muestra a una semana vista del Open de Australia.

Feliciano López. Nuevamente al rescate, Feliciano ha rendido a un gran nivel en esta ATP Cup. Su veteranía no es óbice para no seguir contando con el toledano si llega al final de año en buenas condiciones físicas cuando se retome la Copa Davis. El respeto que desprende en los rivales fue un hecho y en cada paso por banquillos las referencias de Djokovic y Troicki a Feli eran constantes. Intachable su torneo.

Sin Nadal, pero con un Feliciano López que a sus 38 años se ha convertido en un ejemplo de resistencia en la élite y compromiso con la Armada, España intentó poner freno al empuje con el que Serbia llegó al punto decisivo de la final tras el triunfo de Djokovic contra Nadal. Con el número uno del mundo en el banquillo, descartado voluntariamente por la acumulación de partidos de los últimos días, la tarea no tenía por qué ser imposible a priori.

Feliciano y Carreño arrancaron con mucha potencia el partido, quebrando el saque serbio y mostrándose afilados con sus servicios tanto el toledano -algo habitual- como el asturiano. Djokovic terminó con molestias físicas su duelo ante Nadal y eso podía ser un factor a tener en cuenta en el dobles, pero a partir de ahí se acabó España y comenzó Serbia a escribir su final, un relato soñado con siete juegos consecutivos que pasó del 1-3 al 6-3 y 2-0.

El margen para el milagro se había reducido demasiado cuando Feliciano y Carreño volvieron a sumar un punto para el casillero español, y las gradas no disimulaban su afinidad por la Serbia de Novak Djokovic, más cómodo casi que en el mismísimo Belgrado. Nadal observaba con preocupación lo que sucedía sobre la pista al lado de Marc López, el nuevo entrenador de Feliciano, quizá lamentando no haber ofrecido un último esfuerzo, aunque el precio a pagar habría sido demasiado alto si seguía forzando la máquina.

La dupla española batalló como pudo en el segundo set, pero no fue suficiente. Serbia echó mano del manual de oficio que ya tienen adquirido durante años Djokovic y Troicki y no hubo forma de que quebraran el servicio de ninguno de los dos. Serbia celebró en Sídney mientras España se lame las heridas antes de que el primer major del año ponga el foco en objetivos individuales. Con ambos repartiéndose los dos títulos por equipo, la próxima Davis de final de año tendrá una buena dosis de rivalidad entre la Armada y Serbia.