Copa Davis, Francia-España: Apoteosis gala (6-0, 6-4 y 7-6(7); Global: 3-0)

Mahut/Benneteau. Empezaron el partido como auténticos titanes y se mostraron prácticamente infranqueables en el servicio. La experiencia fue un grado de dos especialistas en dobles, que supieron meter a la grada en todo momento en el partido. El equipo francés se llevó con total merecimiento la eliminatoria y como muestra su pareja de dobles.

F.López/Granollers. Les costó un set tomarle el pulso al partido y el peso fue demasiado grande de cara a afrontar la remontada. El coraje de la pareja española les llevó a tener opciones de poder alargar el duelo en el tercer parcial, pero el daño estaba hecho, y los franceses estuvieron más certeros de cara a cerrar la eliminatoria en el tiebreak.

Estaba mucho en juego en el partido de dobles entre España y Francia, pero para los intereses de la Armada no pudo comenzar peor el partido. Feliciano López cedía el servicio a las primeras de cambio, y sin opción ninguna al resto, Marcel Granollers corría la misma suerte en un parcial que fue un visto y no visto. Mahut y Benneteau se movían como pez en el agua y tapaban hasta el más mínimo hueco de la pista (6-0).

Un rosco que caía como un jarro de agua fría a las aspiraciones de los españoles que sin embargo, no se descomponían y buscaban crecer poco a poco asegurando sus servicios en la segunda manga. Feliciano López, que acababa con el pómulo hinchado por un pelotazo fortuito tras salir la bola disparada del marco de su raqueta, tomaba las riendas del equipo español y arrastraba a un Granollers que cedía en una ocasión su saque, dando una ventaja de 2-0 a los franceses, que se encontraban más cerca que nunca de celebrar su pase a la final de la Davis.

El inicio de la tercera manga hacía soñar a España, que contaba con un break de ventaja por primera vez en todo el partido y mejoraba ostensiblemente su juego para tener claras opciones de alargar el partido. Pero Mahut y sobre todo Benneteau se calzaron el mono de trabajo para provocar un desempate en el que las emociones hicieron el resto. El público enloquecía con cada acción de la pareja francesa, que desaprovechaba sus primeras opciones de partido. Un resto directo acabó con las esperanzas españolas de volver a la final de la Copa Davis, de la que se ha mantenido ausente desde 2012.