Copa Davis, Francia-España: Al borde del abismo (3-6, 7-6(5), 6-4, 2-6 y 6-4; Global: 2-0)

Lucas Pouille. Luchador, algo irregular por momentos, pero finalmente victorioso. El tenista francés pasó por un sinfín de emociones para sacar lo mejor de sí en el quinto set. Fue en la resolución cuando se mostró más combativo y duro desde el fondo de la pista, encontrando en su servicio el arma perfecta para poner el 2-0 en la eliminatoria.

Roberto Bautista. Peleó lo indecible, comenzó bien, tuvo un bajón y cuando parecía remontar, terminó por ceder en un partido en el que también mereció ganar. El castellonense lo dio todo y más para poder igualar la eliminatoria, pero la moneda que pareció decidir el quinto set no cayó de su lado por desgracia para la Armada.

Roberto Bautista cargaba en sus hombros con la responsabilidad de intentar estrenar el marcador de la eliminatoria para España, después de que Benoit Paire superara con claridad a un mermado Pablo Carreño en el partido que abría el duelo hispano-galo. Su rival en esta ocasión era el número uno francés, Lucas Pouille, que quizás acusaba en el inicio los nervios de jugar ante su público.

Esta situación permitió al castellonense contar con una rotura en el arranque del partido, gracias a un dominio claro del fondo de la pista y mostrándose muy agresivo a la hora de cerrar los puntos en la red. Bautista no se permitía el lujo de bajar el ritmo conforme su rival iba ganando enteros en el partido y contaba hasta con cuatro opciones de cerrar el set antes de poner una ligera sonrisa en la cara de Sergi Bruguera, que veía con mayor optimismo el horizonte tras el mazazo de Carreño (3-6).

A pesar de contar con ventaja, Bautista se encontró con un Pouille más consistente en el arranque de la segunda manga. El francés no sufría tanto al resto y se mostraba más sólido desde el fondo de la pista, sin los errores que le habían llevado a ceder la primera manga. Consiguió un break de ventaja, sin embargo, el castellonense todavía tenía los arrestos suficientes para acabar forzando el desempate.

La igualdad era manifiesta, pero era el francés el que templaba en mayor medida los nervios de verse en una situación límite. España desaprovechaba su oportunidad de poder poner algo de tierra de por medio en el segundo partido, que le permitiera empatar la eliminatoria y Pouille se mantenía muy vivo en el partido (7-6(5)).

El duelo era una auténtica montaña rusa de emociones, donde España se jugaba mucho más que Francia, y a pesar de que un parcial de 0-3 dejaba a Bautista en una muy buena posición para llevarse el tercer set, nada más lejos de la realidad. El tenista galo firmaba una gran reacción que le llevaba a cerrar la manga con un juego sólido y agresivo, ante la zozobra transitoria en la que se metía el castellonense, que pasado el bache tuvo opciones de alargar más el parcial (6-4).

Pouille parecía seguro de sus posibilidades, pero Bautista no había dicho la última palabra. Cuando parecía que la victoria y el 2-0 estaba mucho más cerca del lado francés, el español dio una vuelta de tuerca más a su tenis para seguir vivo. Lo que eran peloteos y puntos a favor del galo, se convertían en errores y precipitación, cuando la agresividad de Roberto le permitía seguir poniendo algo de picante al duelo (2-6).

Las emociones inundaban el juego, y la garra de ambos tenistas les llevaba a un quinto set agónico, en un auténtico partidazo, lleno de tensión y altibajos. Roberto Bautista veía como enfrente no tenía al mismo Pouille del cuarto set, donde el francés pareció darse un respiro y en la resolución emergió para alzarse con la victoria. El enfrentamiento se rompió con un break balsámico para los intereses franceses (5-4), y a pesar de lo que le costó cerrarlo, finalmente lo consiguió al servicio poniendo contra las cuerdas a España, que nunca ha remontado un 2-0 en contra en una eliminatoria de la Copa Davis. Aunque, como se suele decir, para todo hay una primera vez.