Nadal se gustó

El jugador añadió que había superado los problemas de confianza de su primer partido del Masters, contra el estadounidense James Blake, y que si hubiera actuado el lunes pasado con la actitud de hoy, tal vez no habría sido derrotado, ya que esta noche se mantuvo "concentrado durante todo el partido. Fue un partidazo mental y físicamente", repitió.

El español se sintió hoy "bien en todo momento, de cabeza y de confianza, y creyendo todo el tiempo en la victoria, que eso es básico", señaló. "Estoy en muy buena línea, y hoy ha sido uno de los días más felices para mí en los últimos meses", afirmó.

Después de clasificarse, se enfrentará contra el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, por sexta vez esta temporada, y Nadal dijo ser consciente de que necesitará estar al cien por cien de sus capacidades para tener la posibilidad de llegar a la final.

Al recordar que, en el tipo de superficie cubierta del estadio Qi Zhong de Shangai, Federer no ha perdido un solo partido desde la final de la Copa Masters del año pasado, cuando fue derrotado por el argentino David Nalbandian en este mismo escenario, Nadal respondió que "estadísticamente la cagamos al cien por cien".

Sobre su próximo rival ha apuntado: "Federer está demostrando semana tras semana que es prácticamente imbatible", sentenció, "para mí está en el mejor momento de su carrera, aunque yo saldré a jugar, como siempre, con toda la ilusión, que eso no lo voy a perder mañana".

El español añadió además que Federer "siempre está mejorando, y cada año que pasa yo lo veo mejor, así que hay que aprender de él porque es increíble".

Para Nadal, jugar contra el suizo siempre es un partido especial. "No lo voy a negar, porque él es el número uno del mundo, y un partido entre el número uno y el número dos siempre es una cosa bonita para el tenis", dijo.

Además comentó que Federer "es un profesional" porque se esforzó en ganar su partido de ayer, a pesar de que ya estaba clasificado y de que la victoria lo colocaría en las semifinales con los rivales más duros (Nadal o Davydenko).

El español explicó también la molestia por la que, al comienzo del tercer set, pidió tres minutos para que un fisioterapeuta le aplicara una crema calorífica en la base de la rodilla izquierda. "No es una lesión, es una cosa del crecimiento", que se originó cuando tenía 13 años y que en ocasiones tiende a producirle molestias, pero la calificó como "nada importante" y dijo que, a pesar de todo, había alcanzado su mejor rendimiento "desde hacía mucho tiempo".