Miami Open 2019, Medvedev-Federer: Demostración de clase con un día de retraso (4-6 y 2-6)

Daniil Medvedev. Comenzó poniéndole las cosas difíciles a Federer, pero el fuelle le duró hasta que el suizo consiguió el primer break del partido. Bajó los brazos excesivamente pronto y las consecuencias de no luchar contra un rival como Roger son evidentes. El partido no tuvo historia en la segunda manga.

Roger Federer. Siempre seguro con su servicio, incluso en los dos turnos donde más problemas tuvo cuando le tocaba cerrar el primer set y el partido, el suizo fue ganando enteros conforme transcurrían los minutos en el Hard Rock Stadium. Con el saque apuntalado solamente tenía que apretar al resto ante un rival que, una vez comenzó a notar la presión se fue diluyendo como un azucarillo.

La lluvia había obligado a aplazar el comienzo del duelo entre Daniil Medvedev y Roger Federer lo que obligaba al ganador del partido a tener que jugar tres días consecutivos de cara a poder levantar el trofeo final en el Masters 1.000 de Miami. Quizás por ello, el suizo no quería que se alargara en exceso el duelo, con una gran solidez con su servicio. Sin embargo, su rival no se achantaba y durante buena parte de la primera manga, los saques se imponían con claridad a los restos.

Pero es en los momentos de presión cuando aparece la mejor versión de un auténtico campeón como Federer, que a pesar de todo no pudo librarse de los problemas típicos a la hora de cerrar un set. Ninguno de los dos contendientes había conseguido una bola de break a favor y en su primera ocasión el maestro de Basilea no falló (4-5). El trabajo parecía hecho, aunque todavía tenía que sudar la camiseta con su servicio salvando de manera magistral tres pelotas de rotura en contra. No se ponía nervioso y con cinco puntos consecutivos daba un golpe moral directo al rostro de Medvedev que en el inicio de la segunda manga parecía acusar la oportunidad perdida (4-6).

Federer se crecía cada vez más y encadenaba el segundo break consecutivo que le ponía la puntilla al partido, aunque todavía parecía quedar mucho por jugar. Los errores se sucedían desde el fondo de la pista de un Medvedev cada vez más desquiciado, que hacía lo imposible para no irse con una paliza mayor en el marcador de la segunda manga.

Todavía quedaba por aparecer una rotura a favor de Roger, que se movía ágilmente sobre la pista de Miami, demostrando su buen estado de forma, desgastando lo mínimo de cara al compromiso de cuartos de final que le enfrentará a un viejo conocido dentro del circuito, Kevin Anderson, que dejó fuera al suizo en la pasada edición de Wimbledon, donde el helvético defendía el título de 2017.