Masters 1.000 Montecarlo, Rafa Nadal-Aljaz Bedene: El retorno del Rey (6-1 y 6-3)

Rafa Nadal. Su nombre en Montecarlo es sinónimo de victoria, y en su regreso a la competición dentro del circuito de la ATP, el número uno no iba a ser menos. No tuvo problemas, más allá de los errores típicos de las primeras rondas de los torneos, y solventó con maestría, y en apenas una hora, su compromiso ante Bedene. El manacorí es el claro rival a batir y lo demostró en su puesta en escena.

Aljaz Bedene. Tuvo sus momentos de brillantez dentro del partido, pero cuando te enfrentas a Nadal en tierra batida tienes que rozar la perfección durante todo el partido. Mejor en la segunda que en la primera manga, acabó cayendo presa de sus errores y los aciertos del número uno, que le doblegó cuando apretó un poco el acelerador.

Se esperaba mucho de la vuelta al circuito de la ATP del número uno del mundo, más si cabe en uno de sus torneos predilectos, y Rafa Nadal salió a no conceder ni una oportunidad a Aljaz Bedene, su rival de segunda ronda del Masters 1.000 de Montecarlo. Tras un juego de tanteo, el número uno rompió el servicio de su rival a las primeras de cambio y dominó desde el fondo de la pista, salvo un juego en concreto, durante los primeros minutos sobre la tierra batida monegasca.

Solamente con 3-1 en el marcador, Nadal se permitió un respiro. Lo aprovechó Bedene para presionar y contar con dos bolas de rotura. Pero nada más lejos de la realidad. El manacorí salvó la situación y posteriormente sumó un segundo break definitivo para adjudicarse el primer parcial. No tuvo problemas para cerrar el set y confirmar las buenas sensaciones que le acompañaban desde la eliminatoria de Copa Davis ante Alemania (6-1).

Bedene opuso más resistencia en el inicio de la segunda y Nadal tuvo que apretar los dientes para conseguir superar al esloveno. Dos juegos en blanco al servicio de manera consecutiva no fueron suficientes para que cambiara el sino del partido y Nadal acabó consiguiendo la rotura definitiva. Ahí se acabó el partido, el balear no tuvo piedad y encadenó dos roturas consecutivas que le permitieron cerrar su pase a la tercera ronda (6-3). El ruso Karen Khachanov, al que ya derrotó en Wimbledon 2017, será su rival por un puesto en cuartos de final.