Firmó su mejor golpe

El público de la Caja Mágica seguía creyendo en Nadal. Novak Djokovic había ganado el primer set por 7-5, pero seguían confiando ciegamente en su tenista, en el número uno del mundo, en una persona que desde que irrumpió en la elite de este deporte acostumbró a todo el mundo a hazañas imposibles.

Para diseñar mejor esas gestas, siempre es mucho más agradecido acompañarlas con momentos que ensalcen todavía más la belleza y los hechos imposibles. Y Nadal, aunque finalmente no consiguió derrotar a su nuevo gran enemigo en el Madrid Open, sí dejó para la retina de millones de personas en el mundo que pese a que su adversario le esté ganando terreno, su repertorio sigue creciendo.

El primer juego del segundo set comenzó con todo un subidón para el tenista mallorquín y para ese público entregado. Nole al servicio, Nadal restando con violencia, volviendo a situarse desde el fondo, y atacando con toda la violencia posible las bolas que devolvía el serbio. En una de esas, ocurrió el golpe. El mejor del torneo por su espectacularidad y significado. Primero Rafa ya tuvo que subir a la red para dejar una jugada imposible que Djoker devolvió con brío. Esa bola llegó con un bote alto pero lento, Nadal tuvo que retroceder y el único recurso posible para ganar ese punto era dar a la bola un globo por debajo de sus piernas. Complicado de describir, así que mejor verlo: