Nadal, los pros y los contras de estar en Rio de Janeiro

En el 2013, Nadal hizo de la temporada de tierra batida que se disputa en el mes de febrero uno de sus baluartes en una campaña que acabó siendo una de las más exitosas de su carrera deportiva. Fue allí donde el jugador de Manacor volvió a las pistas tras más de siete meses de lesión. Allí recuperó la confianza en su juego. Allí cogió ritmo de competición. Allí sus rodillas recuperaron su frescura habitual. Y allí Nadal se reencontró con la senda de la victoria.

El calendario del balear en 2014 tenía dos torneos sudamericanos en el mes de febrero señalados como citas importantes: Buenos Aires y Rio de Janeiro. ¿Los motivos? Los expuestos y la lógica de no cambiar aquello que también funcionó en el pasado, aunque no deja de ser cierto que son torneos menores para el vigente número uno del mundo, que tiene en los Grand Slams, los Masters 1000 y la Copa Masters sus objetivos prioritarios.

La lesión que sufrió Nadal ante Stanislas Wawrinka en la final del Open de Australia trastocó los planes del balear. El primer damnificado fue el torneo argentino, al que el balear renunció exponiendo que todavía no estaba recuperado totalmente de sus problemas físicos. Esto, junto a un inoportuno virus estomacal, le obligó a guardar reposo nuevamente.

Nadal ya ha vuelto a los entrenamientos con vistas al torneo ATP de Rio de Janeiro, donde el balear espera poder estar. “He empezado a entrenar un poco a ver si la cosa evoluciona bien y puedo jugar en Río. Tengo los billetes comprados", declaró a Onda Cero. "Lo que cuesta", añadió, "es que tienes un compromiso con el torneo desde hace tiempo. La ilusión es cumplir con los compromisos. Tener que renunciar a Buenos Aires no ha sido nada agradable", explicó. Todo parece indicar que Nadal sí estará en Rio, pero los contras también estarán presentes en su decisión final.

El ocho veces campeón de Roland Garros cruzaría el Atlántico para disputar un torneo 500 y sobre tierra batida. En el mes de marzo el balear afronta dos Masters 1000 de primer orden: Indian Wells y Miami, ambos sobre pista dura. Por otro lado, la lesión de espalda no parece presentar ninguna gravedad, tal y como aseguró el doctor de la Federación Española, Ángel Ruiz-Cotorro; y sin embargo esta ha sido suficiente para dejarle fuera de un torneo. Si Nadal debe o no debe ir a Rio es una decisión que nadie puede tomar mejor que él y su equipo, pero la dudas están muy presentes.

¿Vale la pena correr el más mínimo riesgo? ¿Es preferible guardar reposo de cara a torneos de mayor rango? ¿Le hace falta coger ritmo de competición? ¿Debería buscar algún torneo en pista rápida para preparar los Masters 1000 que disputará en este tipo de superficie en el mes de marzo? ¿Está un número uno del mundo obligado a cumplir sus compromisos? ¿Quiere acudir a Rio por recuperar las buenas sensaciones que le dejó esta parte de la temporada en el 2013? Las dudas son muchas. La respuesta es solo cuestión de días.