Nadal, un espectacular idilio con la Copa Davis que dura 15 años

"Es difícil explicar lo que se siente ganando en equipo en esta pista", decía tras ganar junto a Feliciano López el punto decisivo ante Gran Bretaña para estar en la gran final.

El tenista de Manacor, que llevaba sin jugar la Copa Davis desde abril de 2018, cuando fue clave en la victoria ante Alemania, está brillando con luz propia en la Caja Mágica. Te explicamos las claves de su estelar participación.

El nuevo formato de la Copa Davis ha permitido que por primera vez en mucho tiempo el balear pueda jugar todas y cada una de las eliminatorias de una misma edición, precisamente cuando sus compañeros más están sufriendo para tener continuidad. Roberto Bautista ha sido baja ante Argentina y Gran Bretaña tras el fallecimiento de su padre, Pablo Carreño sufrió una lesión muscular y Granollers se veía aquejado por problemas de espalda.

Así, los únicos tenistas sanos eran Feliciano López (bastante por debajo de su mejor nivel) y el propio Rafa, pleno de facultades físicas tras dosificar a la perfección sus fuerzas en el tramo final de temporada y sin rastro de la lesión abdominal que le fastidió en el Masters 1.000 de París. Rápidamente, Nadal se ha echado el equipo a la espalda y ha sumado siete de los nueve puntos que ha logrado la Armada en la Caja Mágica, remontando dos eliminatorias que se habían puesto cuesta arriba ante Argentina y Gran Bretaña.

El de Manacor mantiene una relación particular con este torneo gracias al apoyo dispensado por la afición española (entregada a él), al sentimiento de pertenecer a un equipo (siempre satisfactorio en un deporte tan individualista como el tenis) y a su racha imparable: acumula 28 triunfos consecutivos en este torneo, tanto solo como en dobles. No pierde en Copa Davis desde hace nada menos que 15 años, cuando fue derrotado junto a Feliciano López en Torre del Greco ante Bracciali y Galimberti. Aquella eliminatoria ante Italia se solventó gracias a dos victorias del propio Rafa frente a Seppi y Bracciali. Ese mismo se impusieron en la final a Estados Unidos en La Cartuja de Sevilla.

Además, en ‘singles’ no se queda corto: suma 26 victorias consecutivas, el tercer mejor registro en el centenario torneo por detrás de Marcos Baghdatis (36) y la leyenda Bjorn Borg (33). Solo sufrió una derrota, precisamente el día de su debut en Brno ante el checo Jiri Novak.

En una Copa Davis con grandes ausencias (Federer, Thiem, Medvedev, Tsitsipas o Zverev) Rafa ha refrendado su condición de número uno ejerciendo de líder en los momentos importantes y sacando adelante partidos consecutivos, algo que no pudo hacer, por ejemplo, un Novak Djokovic desquiciado en su choque de dobles ante Rusia.

Cuando ya se comenzaba a soñar con una final entre los dos mejores tenistas del planeta, el serbio veía truncadas sus aspiraciones en cuartos mientras que Nadal remontaba con autoridad el duelo ante Argentina, aplastando primero a Schwartzman en apenas una hora y después en el dobles junto a Granollers. Contra Gran Bretaña, su participación fue incluso más decisiva y meritoria. Evans no lo puso fácil y el físico tenía que aguantar para luego jugar el dobles con Feliciano (Marcel no estaba en las mejores condiciones). Su actuación de nuevo fue espectacular, salvando hasta tres bolas de set con golpes ganadores para alcanzar la victoria y el pase a la final ante una Caja Mágica a reventar.

Nadie le ha tosido a Nadal hasta la fecha, pero la prueba definitiva será ante un Denis Shapovalov que ha finalizado el año al máximo nivel y que llega enrachado a la final tras derrotar en este torneo a jugadores de la talla de Berrettini, Fritz o Khachanov. Solo De Miñaur le arrebató la gloria, aunque pudo enmendar su derrota en el dobles. A sus 20 años y con Nadal jugándolo todo, puede ser el único que le meta en serios problemas.