Open Australia 2019, Bacsinszky-Muguruza: Menos garra, más inteligencia (6-7 (5) y 2-6)

Garbiñe Muguruza: Con menos raza que ante Johanna Konta, pero con la misma inteligencia. Sufrió para mantener su saque y cuando lo perdía no se venía abajo. Algo clave para vencer a una rival correosa y difícil de leer. Supo atacar y presionar en los momentos justos en el segundo set, eso la llevó a octavos de final.

Timea Bacsinszky: Atrevida e inspirada. Capaz de dejar boquiabierta a Garbiñe con sus golpes y de errar en situaciones sin demasiada presión. Pagó su poco acierto al servicio.

Fría o dormida, por las horas de sueño que le robaron en su partido ante Konta (acabó a las 03:15 de la madrugada australiana), el caso es que Garbiñe Muguruza no mostró inicialmente la garra que la metió en esta tercera ronda. El revés y saque eran sus mejores armas ante una Bacsinszky que la desesperaba con golpes tan buenos como imprevisibles.

Ninguna dominó el partido más de dos juegos seguidos. Si una rompía la otra respondía con la misma moneda poco después. Así terminó el primer set en tie-break. Ahí sí Garbiñe tomó la ventaja suficiente entre roturas intercambiadas para anotarse la primera manga.

El guión se repitió en el segundo acto. Ni Timea ni Garbiñe eran capaces de tomar la delantera y comenzaron rompiendo el saque contrario. La de Caracas bajó su porcentaje de primeros, pero cometió menos errores no forzados. Bacsinszky, al revés, sumó menos ganadores y mejoró su servicio. En ese intercambio salió ganando Muguruza, que dio el golpe definitivo en el quinto juego. Rompió, consolidó y volvió a romper para ponerse con 2-5 y cerrar su pase a los octavos con muy buenas sensaciones en un último juego dominado sin problemas.

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