Open de Australia 2020, Muguruza-Rogers: De la nada al todo (0-6, 6-1 y 6-0)

Garbiñe Muguruza. Toda la ilusión que había puesto en esta nueva temporada parecía que tendría que esperar por culpa de un inoportuno proceso vírico que la empujó a la retirada en Hobart y no se despegó de ella en el Open de Australia 2020. Sobrevivió al 6-0 inicial y resurgió cuando la gran mayoría ya daba por descontada su temprana eliminación. Gana dos días extra para seguir recuperándose.

Shelby Rogers. Lo tuvo todo a favor y terminó echándolo por la borda. La 155 del mundo no supo aprovechar una ocasión de derrotar a una jugadora con ranking superior que le habría dado alas en el torneo. La pausa para que Garbiñe fuera atendida la enfrió del todo y nunca pudo reengancharse a un partido que tenía en su mano.

El primer set del partido de la pista 3 entre Garbiñe Muguruza y Shelby Rogers estuvo lejos de ser propio de un Grand Slam. Las sensaciones de la española tras haber dicho adiós de forma prematura a Hobart por enfermedad no mejoraron con su llegada a Melbourne y Rogers no tuvo piedad al otro lado de la pista, cerrando con un rosco que no llegó a la media hora lo que fue un suplicio para Muguruza.

Garbiñe se vio arrollada por una Rogers muy concentrada, que le rompió el servicio nada más empezar. Entró entonces en una dinámica autodestructiva con errores en puntos cómodos y con su saque, haciendo que las alarmas se dispararan pronto. Desde su box, Conchita Martínez apenas alteraba el gesto, consciente de que la preparación de su pupila no había podido ser la mejor en los últimos días, muy mermada desde el punto de vista físico.

Entre set y set se reflejó lo que sucedía realmente, Garbiñe estaba lejos de sentirse al 100 % para jugar un partido de Grand Slam y los servicios médicos hicieron acto de presencia. Con la tensión y la temperatura medidas, Muguruza se tomó una pastilla e intentó seguir compitiendo para intentar que la imagen que iba a dejar en Australia fuera la de esos primeros y oscuros minutos.

La recuperación fue sorprendente, con Rogers sorprendida en frío en la reanudación, que pusieron a Muguruza con un 2-0 favorable en el segundo set y los primeros aplausos en dirección a la española por parte de las gradas. La estadounidense siguió a contrapié todo el set y volvió a la casilla de salida cuando mejor lo tenía para cerrar su clasificación.

Con los síntomas del constipado amurallados tras la visita del médico, Garbiñe empezó a volar sobre la pista azul de Melbourne, mientras Shelby Rogers se mostraba cada vez más achantada ante la potencia de los golpes de su rival. Fue la estadounidense la que apenas compitió en la última manga, en la que no pudo evitar recibir un 6-0 de vuelta que reflejó la diferencia de calidad entre una y otra. El rostro de Muguruza cambió por completo, mostrando su rictus más competitivo, el de las grandes tardes de tenis que ha dado y el de la tenista que espera volver a ser de la mano de Conchita Martínez en 2020. Pasado el susto, llega el momento de seguir recuperándose y avanzando en la Reconquista.