Open de Australia 2016, Raonic-Murray: El rey del drama (6-4, 5-7, 7-6, 4-6 y 2-6)

Milos Raonic. El canadiense de origen montenegrino está en camino de ser un jugador referente en el circuito a corto y medio plazo, pero aún le queda mucho por pulir junto a Carlos Moyà. Además de su poderoso saque y de su alta capacidad de concentración, tendrá que trabajar en minimizar los errores no forzados y no perder el norte en situaciones límite. En el quinto set se vino abajo y terminó pagándolo con su raqueta. Pérdidas de nervios como ésta suelen ser decisivas a la hora de sellar una eliminación.

Andy Murray. Al escocés le gusta lo agónico, el perfil bajo, no acaparar demasiado protagonismo y dejar que otros disfruten de los focos. Con esas premisas llega a la final ante Novak Djokovic, después de un partido en el que, por talento, podría haber estado muchos menos en pista. Entró frío y dejó que Raonic comenzara como una moto para ir remando a gusto a contracorriente, esperando al quinto set para dar el zarpazo definitivo y dejar patente la diferencia de calidad entre uno y otro. No hay que olvidar que el de Dunblane era el segundo cabeza de serie del torneo, por lo que ha confirmado los pronósticos.

Aún con la sorpresa en gran parte de los aficionados presentes en el Rod Laver Arena por la contundencia con la que Novak Djokovic borró a Roger Federer del Open de Australia 2016, llegaba el turno de la segunda, mucho más igualada, entre Andy Murray, segundo favorito, y Milos Raonic, la sensación del torneo en el cuadro masculino. Raonic quiso seguir sorprendiendo, y entró con contundencia en el partido, rompiendo el saque del escocés nada más comenzar y manteniendo esa ventaja hasta cerrar el primer set. Murray afrontó el segundo a la inversa, dejando que avanzara y asestando el golpe en la recta final. El partido avanzaba con muchísima batalla pero pocos momentos decisivos, cada uno defendiendo sus virtudes sin atacar en exceso al rival.

A Raonic le costó bastante más el tercer set, en el que seguía martilleando a Murray, pero cada vez con menos potencia en su brazo derecho. Aun así, se llegó a la muerte súbita, en la que el canadiense estuvo más acertado, poniéndose a un paso de la final. No fue suficiente para desarmar la moral de Murray, que fue pisando el acelerador de forma progresiva, forzando numerosos errores de su rival cuando sacaba y esperando la ocasión para hacer daño con el resto. En el cuarto set consiguió un único break, pero en el quinto, cuando sale a flote el talento puro por encima del físico, Andy Murray demostró mayor acierto y madurez, con dos roturas consecutivas que pusieron un 4-0 parcial que Raonic no pudo levantar. Aún le quedan batallas por delante al canadiense para alcanzar un nivel digno del top 4 de la ATP de forma permanente, nivel en el que Murray lleva instalado un tiempo y en el que parece estar cómodo buscando la vía que permita destronar al hoy por hoy imbatible Djokovic.

Con un día más de descanso y muchos menos minutos en pista que Murray, Novak Djokovic será el gran favorito para alzar el Open de Australia 2016 el próximo domingo. Las circunstancias han querido que sea así, pero difícilmente podría haberse dado un escenario en el que el serbio no fuera el gran candidato al título. Murray ha competido excelentemente bien hasta la final, pero las dudas que ha ido mostrando, así como su dificultad para entrar en calor en los partidos hacen que sea muy difícil imaginar al escocés levantando el primer Grand Slam del año.