Nadaladas, golpes geniales y en plena forma: Así fue la victoria de Nadal en su debut ante Duckworth

James Duckworth. Participativo en la primera manga, dio el susto en la segunda cuando contó con un break a favor. Poco le duró y acabó siendo un auténtico espejismo en un partido en el que estuvo lejos de poner en verdaderos aprietos al número dos mundial. Con poco ritmo de peloteo y buscando continuamente la red, estuvo bastante sobrepasado en el último parcial, hasta que pudo alargar la contienda con un break cuando Rafa sacaba para cerrar el partido.

Rafa Nadal. No pasará a la historia su duelo con Duckworth, y muy probablemente le hubiera gustado el poner conectar más golpes con su raqueta, de los que permitía su rival con un juego totalmente directo, pero pareció acoplarse a la perfección hasta que le tocó cerrar el duelo. Tuvo que sudar el manacorí que encontró algunas dudas, entendibles, debido a su falta de partidos.

Rafa Nadal no pisaba una pista en partido oficial desde que tuviera que abandonar en las semifinales del US Open ante Juan Martín del Potro, una espera larga, para los aficionados y para él mismo, que veía su fin en Australia, en su vuelta a un Grand Slam que le vio ganar en una única ocasión en 2009. El manacorí regresaba en la Rod Laver Arena y lo hacía ante un jugador que parecía difícil que pudiera poner en problemas al números dos del mundo, James Duckworth.

Con la necesidad de ir encontrando ritmo de partido, a las primeras de cambio, el español encontraba el premio del break en un arranque fulgurante, que sorprendía al australiano, agraciado con una ‘wild card’, que se había ganado a pulso de cara a competir en el cuadro principal. Un bálsamo que permitió a Nadal templar los nervios del tan ansiado debut y tomar una ventaja que a la postre fue decisiva para cerrar la primera manga. Rafa se encontraba cómodo con su nueva técnica al servicio, únicamente sufriendo en momentos puntuales que salvó con maestría, mientras que su rival intentaba subir continuamente a la red para cortar el ritmo del peloteo, cerrando la posibilidad de una nueva rotura para el español (4-6).

No cambió su táctica el australiano y dio un buen susto en el arranque de la segunda manga. Primero conseguía cerrar su servicio y posteriormente rompía el de Nadal para ponerse por delante y provocar dudas en el juego del español, algo fallón en esa fase de partido. El 40-0 en contra de Rafa, cuando se encontraba al resto en el siguiente turno de saque de su rival, fue el punto de inflexión. Sobre todo porque el número dos mundial apretó los dientes, recuperó la rotura y despejó cualquier atisbo de reacción por parte de su rival.

El partido volvió a su cauce y Nadal encontraba mejores peloteos con los que encontrar el ritmo necesario para las siguientes rondas. Duckworth había entregado la cuchara en el segundo parcial y bajaba los brazos, permitiendo al español romperle en dos ocasiones más el servicio, poniendo un losa demasiado pesada como para que el australiano pudiera hacer mella en la moral de Rafa (3-6).

Todo parecía controlado, y más cuando Rafa volvía a contar con una nueva rotura a su favor a las primeras de cambio. Nadal incluso se permitía el lujo de firmar los mejores puntos del encuentro haciendo las delicias de los aficionados que aplaudían a su ídolo en la vuelta a la pista. Pero Duckworth tenía otros planes, no dejando cerrar el partido con su servicio al español, que todavía tenía que sudar para dar carpetazo a un duelo por primera vez en meses.

Lo que no pudo hacer con el saque, Nadal (5-7) lo consiguió al resto y ya espera rival en la segunda ronda del Open de Australia, un tenista que saldrá del partido entre Matthew Ebden y Jan-Lennard Struff. Mientras tanto, el español se mostró bien físicamente, olvidados sus problemas, y buscará encontrar su mejor juego conforme consiga superar rondas. Lo que es seguro, es que por fin, Rafa está de vuelta.