Open Australia 2019, Roberto Bautista-Stefanos Tsitsipas: Fin del sueño (5-7, 6-4, 4-6 y 6-7 -2-)

Roberto Bautista: El castellonense llevaba un año inmaculado (nueve victorias en nueve partidos), hasta que se cruzó con Tsitsipas. Bautista dejó escapar un break de ventaja al inicio del primer y tercer set y ahí pudo estar la clave de un partido en el que ambos tenistas dieron síntomas de agotamiento del esfuerzo realizado previamente a este encuentro.

Stefanos Tsitsipas: Muchos le habrán descubierto ahora, sobre todo tras la eliminación de Roger Federer en octavos. Pero el griego es el talento joven más prometedor del circuito. En palabras de Jordi Arrese, experto de Eurosport de tenis, tiene cosas de Federer y de Nadal. Si consigue canalizarlas y se mantiene centrado, el futuro es solo suyo.

En la Rod Laver Arena y como primer plato del noveno día en el Open de Australia 2019 se enfrentaron dos de las sensaciones de este inicio de año: Roberto Bautista, ganador en Doha tras eliminar, entre otros, a Djokovic en semifinales y Stefanos Tsitsipas, que se dio a conocer para el gran público al eliminar en octavos en Melbourne a Roger Federer.

El partido comenzó bien para Bautista, que en el primer juego del partido rompió el servicio de su rival y confirmó el break con un juego en blanco. Sin embargo, Tsitsipas fue crerciendo a medida que avanzaba el set y en el octavo juego de la primera manga le devolvió el break al español para empatar a cuatro.

El griego, cada vez más peligroso con su servicio, sobre todo con los saques abiertos, se puso por primera vez en el marcador por delante al confirmar el break (4-5). Pero el español superó esta primera situación comprometida del partido e igualó la primera manga a cinco juegos.

Tsitsipas apretó un poco más el acelerador y se terminó llevando el primer set en 49 minutos tras romper por segunda vez el servicio de Bauista (7-5)

Lejos de acusar el golpe de ceder la primera manga, Bautista mantuvo el tipo y otra vez nada más comenzar el set le hizo un break a su oponente y lo confirmó con su saque en el siguiente juego. El castellonense aprendió la lección anterior y esta vez fue más agresivo para no dejar crecer a su rival. Algo que dio sus frutos al conseguir hacerse con el segundo set (6-4) y empatar el partido a uno.

Y como no hay dos sin tres, Bautista también quebró el servicio de Tsitsipas nada más comenzar el tercer set. Al griego se le empezaba ver sin la chispa que había mostrado en anteriores partidos, con menos intensidad de la mostrada al inicio de este partido. A buen seguro el esfuerzo de eliminar a Roger Federer empezó a pasar factura. Sin embargo y como ocurrió en el primer set, el griego le dio la vuelta al break de desventaja y se terminó llevando el set para volver a mandar en el marcador del partido.

En la cuarta manga, ambos tenistas acusaron el maratón de partidos que llevaban en Melbourne. Bautista había ganado tres de sus cuatro partidos en cinco sets y solo a Khachanov se impuso en tres. Algo menos en pista estuvo antes de este partido Tsitsipas, pero el griego llegaba de ganar tras tres horas y 45 minutos nada menos que a Roger Federer en octavos de final.

El definitivo set se la acabó llevando Tsitsipas en el tie-break (7-2) para hacer historia en el Open Australia 2019 y alcanzar a sus 19 años su primera semifinal de Grand Slam. Al griego, al que el gran público ha descubierto en este torneo, espera el ganador del duelo entre Rafa Nadal y Frances Tiafoe. El sueño de Roberto Bautista acabó aquí, el de Stefanos Tsitsipas continuará, al menos, un partido más. No hay duda de que a ambos les espera un prometedor 2019 si siguen a este nivel