Open Australia 2019, Djokovic-Nadal: ‘Nole’, rey absoluto de Melbourne (6-3, 6-2 y 6-3)

PorPablo Sarmiento

Actualizado 27/01/2019 a las 14:58 GMT

Novak Djokovic se mostró imparable y alzó su séptimo trofeo en el Open de Australia tras una final en la que Rafa Nadal no pudo hacer frente al enorme juego desplegado por el número uno del mundo en la Rod Laver Arena (6-3, 6-2 y 6-3). El jugador serbio no cedió su servicio en todo el partido y sigue sin perder un duelo por el título en Melbourne, donde ya es el mejor de la historia.

Novak Djokovic besa su séptimo trofeo como campeón del Open de Australia

Fuente de la imagen: Getty Images

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Personajes

Novak Djokovic. Toda una lección de tenis. Siempre concentrado, haciendo daño con sus golpes desde el fondo de la pista y sofocando cualquier intento final de reacción por parte de Nadal. No ha perdido nunca una final en el Open de Australia y nuevamente volvió a demostrar la razón de su dominio en Melbourne. Hay que quitarse el sombrero ante el serbio que desempata con Pete Sampras sumando su 15º Grand Slam.

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Rafa Nadal. No fue el tenista que había llegado a la gran final y eso fue más mérito de su rival que demérito suyo. Sin el ritmo de juego y siempre a remolque de lo que proponía Djokovic sobre la pista, no hay que olvidar que el español ha vuelto a demostrar que está preparado para ganar nuevamente un Grand Slam, aunque no tuviera su día en la final en Melbourne. Queda mucho Rafa para el futuro.

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Nudo

Rafa Nadal y Novak Djokovic, la final esperada en Melbourne se presentaba en la Rod Laver Arena. Un duelo que vivía su 53º capítulo, en la rivalidad más repetida en la historia del tenis, y que ganara quien ganara supondría un nuevo hito en el mundo de la raqueta. Quizás por el hecho de encontrase en pista dura, o por tener ligeramente un cara a cara a favor con el manacorí, ‘Nole’ comenzó como un auténtico avión.

El serbio entró en el partido con el bagaje de seis finales ganadas de seis disputadas en el Open de Australia y a Nadal parecían atenazarle los nervios. Su servicio no era tan determinante como en rondas anteriores y al resto no podía hacer nada frente al número uno del mundo, que encadenaba hasta tres turnos al saque sin ceder ni un solo punto. El break llegaba casi por inercia para Djokovic a las primeras de cambio mientras que Rafa seguía en un proceso de búsqueda de las sensaciones que le habían llevado hasta la gran final.

Mejoró el español en la segunda mitad de la primera manga, pero fue insuficiente para realmente hacer daño a una versión superlativa del tenista serbio. ‘Nole’ dominaba con su servicio y cometía únicamente tres errores no forzados, por once de Nadal, algo desconocido sobre la pista de la Rod Laver Arena. El set era claramente para el jugador de Belgrado (6-3).

Nadal sufría cuando tenía que encarar su servicio y no encontraba la manera de hacer daño al resto, y a pesar de recuperar algo de ritmo de peloteo, no tenía ninguna opción de rotura para meterse de lleno en la final. Djokovic seguía sin fallar desde el fondo de la pista y defendía los escasos intentos del español de poder entrar con su derecha dentro de la línea de fondo. El número uno del mundo encontró nuevamente el premio de la rotura y encauzaba la segunda manga.

Fue en ese momento cuando vimos al Nadal más presionante al resto, con el objetivo de agarrarse al partido como fuera, pero ‘Nole’ no estaba por la labor de hacer prisioneros, y solamente cometía un error no forzado en la segunda manga para confirmar con otra rotura que la empresa para Rafa estaba más difícil que nunca (6-2).

Se esperaba la reacción de Nadal, pero el nivel del serbio no le dejó respirar en ningún momento. En la tercera manga pudo disfrutar de su primera bola de rotura, aunque sin éxito, volvió a quedar a merced del hambre de Djokovic, que estaba más cerca que nunca de conquistar su séptimo título en Melbourne. Una nueva rotura le iba a acercar al objetivo.

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Apoyaba la grada a Rafa, quería ver más tenis, pero el sino de la final estaba claro. El serbio volvía a romper el servicio del español y cerraba un partido menos disputado de lo esperado a priori. Djokovic se convierte en el tenista con más títulos de la historia en el Open de Australia con siete y suma 15 Grand Slams en su palmarés, solo por detrás de los 20 de Federer y los 17 de un abatido Nadal. Además encadena su tercer grande consecutivo tras el US Open y Wimbledon.

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