Masters 1.000 de París: Krajinovic, la cenicienta que busca acabar lo que empezó Janowicz (15:00)

Para este jugador de 25 años, la temporada estaba siendo buena, con cinco torneos Challenger ganados, y con la mejor posición en el ránking de su vida (75º, aunque ahora ocupa el 77º hasta que la semana que viene se sumen los puntos de su gesta), después de conseguir en Moscú meterse en su primer cuadro principal del curso en un torneo de la ATP donde cayó en segunda ronda, pero se ha tornado en mayúscula con lo que está haciendo la presente semana.

Nada hacía pensar que el tenista entrenado por Petar Popovic (extécnico de Ivo Karlovic), iba a protagonizar una gesta que no se veía en el torneo parisino desde el polaco Jerzy Janowicz. El reto en cuestión, meterse en la gran final por el título después de pasar la ronda previa, aunque en aquella ocasión, en 2012, el cuento no tuvo su final feliz, cayendo en la final en el único torneo de Masters 1.000 que campea en el palmarés de David Ferrer. Sin embargo, en el camino había dejado entre otros a todo un Andy Murray, en un año donde había conseguido vencer en Wimbledon y en los Juegos Olímpicos de Londres.

Anteriormente había hecho lo propio el checo Radek Stepanek en 2004, que también fue derrotado, esta vez ante el ruso Marat Safin, dejando sin completar una épica semana a la que aspira Krajinovic después de un paso inmaculado por París-Bercy. A Janowicz su gesta, le sirvió para dar un buen espaldarazo a su carrera, permitiendo al polaco colarse al curso siguiente en las semifinales de Wimbledon, que le metieron en el top-20 del ránking. Sin embargo en la actualidad no pasa por su mejor momento, lejos de sus días de gloria dentro del circuito.

La casualidad hace que tanto Krajinovic como Janowicz se hayan visto las caras este año en el torneo Challenger de Bergamo, con victoria para este último (3-6 y 3-6) en semifinales. Sin embargo, el protagonista en París es el serbio, y mantiene en vilo a todo el público que busca celebrar su cuento de hadas, siendo el tenista de menor ránking en una final de este calibre desde el curso 2003, donde Andrei Pavel hizo lo propio, justamente en París.

Su poderoso revés a dos manos le ha llevado contra todo pronóstico a una final por primera vez en su carrera y qué final, estrenándose por todo lo alto en todo un Masters 1.000. Dejando atrás a Isner, Mahut, Querrey, Sugita, y aprovechándose del abandono de Nadal por sus problemas de rodilla, algo que no desmerece ni mucho menos la semana de Krajinovic, que se encuentra a un partido de poder por fin dar con sentido en París a la expresión que indica “la suerte del principiante”, todo un novel en finales, que espera que los nervios no le jueguen una mala pasada, como sí que ocurrió con Jerzy Janowicz.

Si su raqueta se mantiene firme, no hay dudas que seguirá con su mágica semana en un partido que a buen seguro, ni soñaba con disputar cuando inició su periplo por la fase previa de París, pero que ya puestos puede acabar siendo una de las grandes gestas tenísticas del año. En plena lucha de los tenistas por la última plaza que da derecho a las ATP Finals, Krajinovic ha emergido como sorpresa y como juez, buscando un lugar en la historia, intentando derribar la puerta a revesazos, y puede meter a Pablo Carreño en la cita de Londres si supera a Jack Sock.