Masters 1.000 París, Khachanov-Djokovic: Sorpresón para acabar con la racha (7-5 y 6-4)

Karen Khachanov. En estado de gracia durante toda la semana, no bajó el ritmo a pesar de tener en frente a todo un muro infranqueable como Novak Djokovic. Después de 22 victorias consecutivas del serbio, ha tenido que llegar el ruso de 22 años para dar por finalizada la buena marcha de ‘Nole’, después del partidazo que se marcó en la jornada del sábado frente a Federer.

Novak Djokovic. No estuvo en el nivel de las semifinales, que seguramente le pasaron factura tras el desgaste del partido ante Roger Federer. No estuvo tan preciso ni encontró las fuerzas necesarias para doblegar a Khachanov, que mantuvo los nervios bajo control en la segunda manga. A pesar de este traspiés, ‘Nole’ sigue siendo el máximo favorito para conquistar las ATP Finals en Londres.

Después de presenciar uno de los partidos del año, digno de la final, entre Novak Djokovic y Roger Federer con victoria para el serbio, el empuje de un inspirado Khachanov ponía en jaque la oportunidad de conquistar el quinto Masters 1.000 de París para ‘Nole’, gran favorito en las apuestas. Pero una cosa es partir con esa vitola de un primer momento y otra refrendarlo posteriormente en la pista.

El duelo pareció comenzar inclinado a favor de Djokovic, pero poco le iba a durar la alegría al serbio. Quizás por el desgaste del día anterior ante Federer, o por el estado de gracia de Khachanov, que a su break (1-3) le respondió rápidamente con la misma moneda, creciendo por momentos ante el próximo número uno mundial, que recibía con cara de sorpresa el hecho de ceder la primera manga (7-5).

Ese golpe lo aprovechó Khachanov para seguir haciendo sangre. Djokovic no pasaba por su mejor momento del partido, y el ruso volvió a abrir brecha con una rotura que a la postre iba a ser definitiva en la lucha por el título (2-1). Hasta llegó a contar con más oportunidades incluso de ampliar la ventaja y no se vino abajo cuando Novak buscó recuperar la ventaja. A sus 22 años, el ruso conquista su primer título de Masters 1.000 en París, en la primera oportunidad que tenía para ello sin saber lo que es perder una final a lo largo de su carrera dentro del circuito de la ATP.