Juegos Olímpicos 2016, Rafa Nadal-Gilles Simon: Derribar un muro (7-6 y 6-3)

Rafa Nadal: El tenista balear encontró al otro lado de la red la horma de su zapato. Un auténtico martillo pilón que no dio una bola por perdida y que convirtió el envite en un carrusel de intercambios interminables. Le costó lo suyo a Rafa Nadal derribar ese muro, pero acabó por desplegar un tenis de altos vuelos para apuntarse el partido con cierta comodidad en la segunda manga.

Gilles Simon: Un jugador al que nadie quiere por rival. Un tenista incómodo, sin muchos golpes ganadores pero con una consistencia de fondo de pista que desquicia a cualquiera. Fue de más a menos y mentalmente bajó mucho sus prestaciones en el segundo set, donde perdió efectividad y fue arrollado por el tenista de Manacor.

Una hora y media le costó a Rafa Nadal doblegar la resistencia en la primera manga de un Gilles Simon imperial en el juego defensivo. El tenista español firmó 14 ganadores y 28 errores no forzados. Unas cifras que demostraron muy a las claras las intenciones del tenista de Manacor: ser agresivo ante un jugador que lo devolvió absolutamente todo y que llevó la manga a un tie break de infarto. Ahí se impuso la determinación de Rafa Nadal. Y todo cambió.

Rafa Nadal tomó el control del partido con autoridad, desarbolando la consistencia de su rival. Su revés ganó enteros y su saque potencia. Con el paso de los minutos su dominio se hizo más y más evidente, para acabar arrollando a su rival en un colosal final de envite, donde Gilles Simon tuvo una valiente reacción que acabó sofocando el campeón español.

NUESTRA OPINIÓN: Partido difícil para Rafa Nadal. Difícil y muy exigente físicamente. Dejó muy buenas sensaciones y una vez más no mostró problemas físicos en su muñeca. Todo parece marchar viento en popa para un tenista que está llamado a hacer grandes cosas en estos Juegos Olímpicos de Río 2016.