La manía de Cibulkova

Fue una de las imágenes más comentadas de su partido con Azarenka: Su ritual de besar u oler las bolas antes de sacar. Y nada más acabar su partido ha desvelado de qué se trata. "No beso las bolas, me gusta mucho su olor, cuando son nuevas. Las huelo siempre. No necesito hacerlo, pero es una costumbre", dijo la eslovaca tras tumbar a la bielorrusa por 6-2 y 7-6 (4) en octavos de final.

Cibulkova, 16ª en el ránking de la WTA, explicó que quizá tenga algo que ver con la superstición o que tal vez lo haga porque cree que le da buena suerte. "Lo he hecho toda mi vida, es algo que hago en la cancha", dijo la eslovaca, que cree que está mostrando con su tenis que tiene nivel para entrar entre las diez mejores del mundo porque "estoy madurando y haciéndome más fuerte mentalmente", comentó.

La eslovaca se medirá por una plaza para los cuartos de final de Roland Garros a la australiana Samantha Stosur, finalista en 2010 y que venció a la estadounidense Sloane Stephens, por 7-5 y 6-4.

La de Cibulkova no es la única manía de los tenistas profesionales. Sin ir más lejos, Rafa Nadal alinea siempre sus dos botellas de agua, una con agua del tiempo y otra muy fría. O por ejemplo, Richard Gasquet que siempre usa la misma bola para sacar tras haber ganado el punto anterior.