Roland-Garros 2021, Barbora Krejcikova: La campanada de una nueva campeona que no debería sorprender

Resulta complicado pensar que pueda haber un especialista que haya pronosticado la final de Roland-Garros 2021 entre Barbora Krejcikova y Anastasia Pavlyuchenkova. La imprevisibilidad del circuito femenino ha vuelto a brillar con todo su esplendor en el segundo Grand Slam del año, coronando a una jugadora que estaba fuera del top 100 cuando aterrizó en París para le edición otoñal de 2020. Nueve meses después se presentó en el Bois de Boulogne en el top 40, superó a Pavlyuchenkova y logró un nuevo título de Grand Slam en el dobles femenino sólo 24 horas después. ¿Cómo ha sido posible?

El primer motivo ha sido el momento que atravesaban las mejores tenistas de la WTA. Ashleigh Barty llegó arrastrando molestias físicas que la terminaron limitando notablemente. Simona Halep ha sido el nombre más añorado en París por una lesión. Naomi Osaka abandonó tras jugar una ronda por culpa de su ansiedad y un desafío mal enfocado por parte de la organización del torneo. A Serena Williams cada vez le cuesta más mantener el ritmo competitivo de un Grand Slam y Garbiñe Muguruza también se marchó lastrada por problemas físicos. El goteo de cabezas de serie que caían eliminadas fue constante desde el primer juego del torneo.

A todo esto hay que sumar que la Philippe-Chatrier no es un territorio con una reina designada, como sí lo está siendo en el cuadro masculino con Rafael Nadal a pesar de su derrota este año en semifinales. Garbiñe Muguruza, Jelena Ostapenko, Simona Halep, Ashleigh Barty, Iga Swiatek y ahora Barbora Krejcikova han ido añadiendo sus nombres a un palmarés que la última vez que tuvo a una vieja conocida fue en 2015, cuando Serena Williams levantó su tercer título individual en París. Krejcikova debe saber que su trono tiene una amplia lista de candidatas, y que en 2022 volverá a ser complicado revalidar el título.

Naomi Osaka puso en la primera semana de competición sobre la mesa el debate sobre la salud mental en el mundo del tenis con su abandono ante la amenaza de nuevas multas por no atender a los medios. En octavos de final, Krejcikova sufrió una crisis nerviosa minutos antes de saltar a la pista para medirse con Sloane Stephens, como ella misma reveló, haciendo público el enemigo invisible que amenaza a muchos tenistas ante la presión. Ese partido lo terminó sacando adelante por 6-2 y 6-0.

Jan Kodes, campeón de Roland-Garros en 1970 y 1971, apuntó que "necesitaba crecer, sobre todo mentalmente. Tenía que encontrar la mentalidad adecuada", dijo sobre su compatriota al diario DNES. Krejcikova reconoció que este es un campo en el que aún tiene margen de mejora: "No soy muy buena en eso, pero sabía que si trabajo duro y soy paciente, llegaré y tendré la ocasión de jugar contra las mejores".

Aunque para el gran público Krejcikova se dio a conocer ayer, en su palmarés figuran ya tres títulos de Grand Slam en la modalidad de dobles junto a Katerina Siniakova. El impacto de su nuevo logro es mucho mayor, pero no se puede decir que sea una neófita a la hora de jugar con un trofeo esperando en un lateral de la pista.

Por último, el éxito de Krejcikova se ve arropado por una magnífica generación de talento femenino en el tenis checo, que tiene a diez jugadoras en el top 100 de la WTA, como destacó Anabel Medina en Pasando Bolas después de la final. La escuela checa no deja de presentarnos nuevos talentos de forma permanente: "Son buenos ejemplos que naturalmente hacen que los padres quieran llevar a sus hijas a escuelas de tenis en vez de a patinaje artístico o gimnasia", asegura Vladislav Savrda, exjugador checo y hoy entrenador en la escuela de Praga CLTK en una entrevista a France 24.

En Roland-Garros, el dominio del tenis checo es evidente, con la campeona del cuadro femenino individual, las del dobles femenino (junto a Siniakova) y la campeona júnior (Linda Noskova).