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Roland-Garros 2019, Federer-Nadal: Un vendaval hacia su duodécima final (3-6, 4-6 y 2-6)

Pablo Sarmiento

Actualizado 07/06/2019 a las 14:12 GMT

Rafa Nadal superó a Roger Federer, y al vendaval presente durante todo el partido, para meterse en la gran final de Roland-Garros por duodécima ocasión en su carrera (3-6, 4-6 y 2-6). El número dos mundial supo ajustar en mayor medida su juego a las circunstancias y firmó un estilo sin fisuras con el que maniató al maestro de Basilea. Su rival saldrá del choque entre Djokovic y Thiem.

Rafa Nadal celebra su pase a la gran final de Roland-Garros 2019

Fuente de la imagen: EFE

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Roland-Garros 2019 (semifinal), Federer-Nadal: Un vendaval hacia su duodécima final (3-6, 4-6 y 2-6)

Personajes

Roger Federer. Se esperaba mucho de su duelo ante Rafa Nadal y en la segunda manga recordó a las grandes citas vividas en el pasado, pero en esta ocasión el suizo sufrió el tenis de un Nadal que pocas opciones dio para que pudiera tener vencerle por primera vez en París. Es la sexta ocasión que termina perdiendo frente al español en otros tantos partidos en Roland-Garros.
Rafa Nadal. Año tras año es el rival a batir en París y año tras año vuelve a plantarse en la final de Roland-Garros como resultado de un juego apabullante para sus rivales sobre la tierra batida francesa. Ante Federer fue un muro, que dominó el viento a la perfección y que acabó por desesperar al suizo cuando mejor se encontraba sobre la pista. Y es que con el manacorí solo queda aplaudir y admirar lo conseguido, ya que es muy complicado que pueda volver a repetirse.

Nudo

Casi dos años de espera para disfrutar de un nuevo duelo entre Rafa Nadal y Roger Federer, con retirada por lesión de por medio en la última edición de Indian Wells, eran demasiados de cara a saborear una de las rivalidades que pasará a la historia del deporte mundial, porque si hoy en día se piensa en un partido épico de tenis, poca gente no elegiría el que enfrenta a los dos jugadores que más número de Grand Slams tienen en su palmarés. Desde que se produjo el sorteo del cuadro en Roland-Garros todo el mundo había señalado el duelo de las semifinales, un enfrentamiento que por fin había llegado. A pesar del viento y la lluvia saltaban a la Philippe Chatrier para jugar por un puesto en la gran final.
Porque si hay un elemento que marcó el duelo ese fue el viento. Ambos jugadores buscaban la manera de controlar sus golpes entre rachas imposibles, con extraños que costaban errores a dos de los tenistas más seguros del mundo. Federer era el primero en avisar en el juego inicial con una oportunidad de rotura, pero al no aprovecharla le daba un extra de confianza a Nadal, que ni mucho menos desaprovechaba la ocasión para en el siguiente juego tomar ventaja.
El huracán no amainaba, pero era el español el que conseguía adaptarse a la situación de mejor manera. Su revés cruzado hacía muchísimo daño y abría pista también machacando en la zona alta al suizo. No iba a ceder sin luchar el ganador de veinte grandes que recuperaba la compostura, pero que nuevamente veía como en los momentos de dificultad era el balear el que hacía valer sus galones sobre la tierra batida parisina (3-6).
Con un set de desventaja, Federer entendió que tenía que presionar más si cabe, subiendo más a la red y en el arranque le sirvió para sorprender a un Nadal, que por momentos se encontró a merced de lo que proponía el maestro de Basilea sobre la pista. El nivel subió hasta lugares reservados a los más grandes, con una concatenación de peloteos que levantaban a la grada de sus asientos.
Si Federer había conseguido ponerse por delante, iba a sufrir la reacción fulgurante del número dos mundial, mientras el viento seguía haciendo estragos. Aunque tras más de hora y media de juego el estilo de ambos parecía que se había olvidado de que el día en París prácticamente eliminaba a cualquiera de los mortales de cara a hacer un tenis vistoso y mágico, pero no a Nadal y Federer. El manacorí recuperaba terreno y terminaba adjudicándose la segunda manga con sufrimiento y maestría a partes iguales (4-6).
El golpe fue complicado de digerir para el suizo que cuando quiso darse cuenta ya se encontraba con dos breaks abajo en el tercer y a la postre definitivo set. Nadal se movía como pez en el agua sobre una pista que se conoce como la palma de su mano y Federer luchaban por mantenerse ante la evidencia de la dificultad de remontarle al manacorí un resultado adverso de dos mangas en contra.
El partido era para un Nadal que infringía la sexta derrota en otros tantos partidos ante ambos en Roland-Garros a Federer alcanzando nuevamente la gran final en París. Un hito solo al alcance del rey de la tierra batida que espera rival, aunque pase lo que pase volverá a ser el máximo favorito al título (2-6).
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