Tenis | La tierra batida y la ilusión de Roland Garros y París 2024, el bálsamo para los problemas físicos de Rafa Nadal
PorEurosport
Publicado 12/03/2024 a las 11:03 GMT
Rafa Nadal centra toda su atención en la temporada de tierra batida, después de que tuviera que renunciar a última hora a participar en Indian Wells, que en un primer momento formaba parte del camino para llegar en plena forma a la arcilla. Sin vuelta atrás, tiene que cambiar de rumbo entre dudas y fantasmas sobre su estado físico, para el examen final que podría devolverle a lo más alto.
Apenas tres partidos en Brisbane, donde llegó a los cuartos de final antes de anunciar una nueva lesión, y la exhibición en Las Vegas donde se midió a Carlos Alcaraz, será todo el bagaje con el que llegará a la temporada de tierra batida, las semanas marcadas en rojo en el calendario donde llegar en el mejor estado físico y de juego de cara a poder aspirar a cotas mayores. No es ni mucho menos el mejor camino, pero si hay algo a lo que nos ha acostumbrado Rafa Nadal a lo largo de los años, es que es capaz de hacer posible lo imposible, por muy difícil que parezca en un primer momento. Y si no, que se lo digan a Daniil Medvedev en la final del Open de Australia 2022.
A pesar de algunas voces discordantes, que no ven capaces que Rafa Nadal pueda llegar a un nivel suficiente como para optar a ganar títulos, como el caso del extenista francés Jo-Wilfred Tsonga, todo el mundo espera con expectación el desembarco del manacorí sobre la superficie que más éxitos le ha dado a lo largo de su exitosa carrera deportiva.
La verdadera incógnita es saber lo que Rafa es capaz de hacer en tierra batida. Hoy, en pista dura, lo sabemos. Por lo que hemos visto, honestamente sabemos que no se mueve tan bien, que nunca rendirá tan bien como lo hizo antes. Está buscando aceptación para poder irse. En realidad, desde hace unos meses sólo es una sombra de sí mismo. Creo que sólo quiere probarse a sí mismo, decirse a sí mismo ahora que puede irse con seguridad y estando en paz”, aseguraba Tsonga.
Tampoco de las nostálgicas palabras de Novak Djokovic en la previa de Indian Wells parecía desprenderse que el mejor tenis de Nadal pudiera volver, "todos sabemos que esos momentos nos llegarán a todos. Pero cuando realmente llegan y entiendes que 'ya está', cuando Roger terminó su carrera y Rafa y yo probablemente no vamos a jugar mucho más, es como que una era llega a su fin".
Pero lejos de rendirse, en la mente de Nadal está como principal objetivo el volver a ser competitivo y eso pasa por la campaña sobre arcilla. Todavía está por ver dónde se producirá el regreso a una superficie donde no juega desde 2022, pero la primera parada podría estar en el Masters 1.000 de Montecarlo, torneo que le ha visto levantar el trofeo de campeón hasta en once ocasiones.
El único torneo de la gira donde ya está confirmada oficialmente su presencia es en el Conde de Godó. Una cita donde la pista central del Club de Tenis Barcelona lleva su nombre tras doce triunfos y donde compartirá cartel junto a Carlos Alcaraz, ganador de las dos últimas ediciones. Después podrán llegar Madrid y Roma, pero será en París donde el tenista manacorí aspira a volver reverdecer laureles pasados no hace tanto tiempo.
Primero en Roland-Garros, donde tiene en su palmarés 14 Copas de los Mosqueteros, y posteriormente en los Juegos Olímpicos de París, que se disputarán en las instalaciones del Grand Slam francés, podrían servir como broche de oro a una carrera inimaginable cuando consiguió levantar su primer trofeo como campeón en la ciudad de la luz. Lo que es seguro, es que hay que intentar disfrutar de lo que puede ser la última presencia sobre el polvo de ladrillo del más grande de esta superficie, el rey de la tierra batida, Rafa Nadal.
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