Así vio la final Conchita

Justine Henin-Hardenne ha sido digna merecedora del título porque ha sido la que mejor ha jugado esta final. Kuznetsova tenía todas las armas para haberle hecho más daño pero quizás los nervios la traicionado más que a la belga y ha pagado caros sus fallos.

Comenzó el partido muy centrada la número cinco mundial. Al principio en este tipo de encuentros es normar tardar un poco en coger el ritmo y en este caso posiblemente le ha costado más a la rusa. Henin está más acostumbrada a jugar finales pero sí, la verdad es que se ha puesto de manifiesto que tenía muy claro lo que quería hacer desde el principio, una táctica bien estudiada que ha cumplido a la perfección.

Llevaba el ritmo como ella quería porque quizás las bolas de Kuznetsova no le hicieron demasiado daño. A la rusa le ha faltado esa calma y ese saber estar sobre la pista y terminó por darle muchas facilidades a Henin-Hardenne para que encarrilase el partido.

Tras ganar la primera manga la belga ha sufrido un pequeño bajón. Le entraron las prisas por ganar y al tratar de cerrar los puntos por la vía rápida empezó a cometer errores. Esto dio alas a Svetlana que aguantó muy bien los primeros juegos. Después, vuelta a lo mismo. Perecía que el partido iba a dar un giro de 180 grados porque Kuznetsova estaba presionando y estaba empezando a meter bolas desde el fondo. Ganaba puntos con su derecha y con su revés pero al final ha terminado por bajar el ritmo.

A la mínima opción que le ha dado, Henin ha vuelto a despertar demostrando lo gran campeona que es. Con un set arriba y 3-3 en el marcador del segundo, ha cambiado de táctica, se ha puesto a atacar y a presionar el juego de Kuznetsova que ha terminado por sucumbir.

Si ya es difícil ganar una vez aquí, ya no decimos lo que significa ganar dos consecutivas y sumar tres títulos individuales de Roland Garros. Defender el título en París no es nada fácil porque vienes como favorita y los nervios te pueden jugar una mala pasada o puedes venir un poquito más presionada de lo normal. Pero yo he visto muy bien a Justine Henin-Hardenne. durante todo el torneo ha mantenido un juego muy correcto, ha ganado todos los partidos como los tenía que ganar y bueno, 'olé' por ella.

No se le puede reprochar absolutamente nada a Svetlana Kuznetsova. Alcanzar una final es dificilísimo también y ella ha llegado aquí después de haber remontado varios partidos. En las semifinales, con Vaidisova, jugó de forma impresionante aunque no las tenía todas consigo, pero bueno, aquí ha ganado la que tenía que ganar.

El buen juego desplegado por ambas jugadoras en algunos compases del partido pueden servirnos de aperitivo para lo que nos espera. La final masculina va a ser un partido impresionante si juegan como lo hicieron en Roma. Está claro que va a ser un encuentro muy emocionante y peleado por ambas partes. Los dos tienen mucha clase. El juego de Federer enamora, el de Rafa es diferente porque es más luchador, quizás más fuerte, pero para mi gusto, el de Federer tiene mucha más clase.

En la final femenina la grada estaba con Henin, en la de los chicos, espero que se comporten, pero para mi que van a ir con Federer, -entre risas- es una corazonada que yo tengo. Nos conformamos con que no sean ellos los protagonistas y con que dejen sacar su mejor tenis a Nadal y a Federer... y que gane el mejor!