Roland-Garros 2022 | Coco Gauff ha vuelto: el cambio de mentalidad que le ha hecho despegar de nuevo

Era 2019 y Cori Gauff asombró al mundo. Una joven de apenas 15 años de edad había derrotado a Venus Williams en primera ronda en Wimbledon, eliminatoria en la que la cinco veces campeona nunca había caído. Se convirtió en la más joven de la historia en ganar un partido en el cuadro final tras superar la previa. Su gran actuación le llevó a ser invitada al US Open, donde alcanzó tercera ronda. Poco después conquistaría su primer título, en Linz, torneo que disfrutamos en Eurosport.

Allí venció por primera vez a una tenista de entre las ocho mejores del ránking WTA y cabeza de serie del torneo, Kiki Bertens. Desde 2004 no ganaba un torneo WTA una tenista tan joven. Como no es de extrañar, pronto se convirtió en un reclamo publicitario, ganando un millón de dólares al año en concepto de patrocinios. Por entonces ya era representada por una agencia propiedad de la empresa de Roger Federer.

De aquello han pasado tres años y Cori Gauff ha seguido cosechando pequeños logros: alcanza los octavos en el Open de Australia (donde volvió a vencer a Venus y a Osaka, vigente campeona), gana su segundo título en Parma, donde también fue campeona en dobles (tres títulos más en esta modalidad, incluido el WTA 1000 de Doha, y finalista en el US Open) y pisa los cuartos de final en Roland-Garros, su techo en Grand Slam... hasta el pasado martes.

Sin embargo, y pese a su constante progresión, Gauff perdió protagonismo. La irregularidad (comprensible por su juventud) y la pandemia del covid-19 la alejaron de su condición de "niña prodigio", rol que asumió con rapidez una Emma Raducanu que batió todos los récords ganando el US Open ante otra jugadora jovencísima, Leylah Fernandez. Las dos adolescentes son dos años mayores que Gauff, pero el impacto que provocaron en Nueva York opacó de algún modo a la jugadora estadounidense.

Cosas del tenis, ni Leylah ni mucho menos Raducanu han conseguido mantener el éxito que les brindó el último Grand Slam del año. Y mientras, Gauff ha seguido creciendo. A su ritmo. Y el premio a su constancia lo ha encontrado en París, alcanzando las semifinales de un Grand Slam por primera vez en su corta pero prometedora carrera.

"Las expectativas puestas en mí han podido afectarme un poco, tengo que recordarme que juego solo para mí. Siento que he madurado bastante en los últimos tres años, pero tengo mucho camino por delante aún. He de entender que estoy en un proceso en el que es muy difícil no perder partidos; lo importante es aprender de cada uno de ellos", dijo con una madurez impropia en Roma. Todo indica a que el factor mental ha sido clave en su vuelta al estrellato. "Siento que el año pasado estaba mirando la línea de meta, y ahora no estoy mirando nada realmente, excepto la pelota frente a mí. Entonces, para ser honesta, creo que de cara al próximo partido (semifinales vs Trevisan) lo abordaré de la misma manera. Me importan los resultados, sí, pero al mismo tiempo no. Si lo di todo, no me voy a enfadar", reflexionó tras derrotar a Stephens.

"Ahora creo en mí misma. El año pasado estaba demasiado concentrada en tratar de cumplir con las expectativas de otras personas. Ahora, no importa cuánto sea de buena o mala mi carrera. Disfruto de la vida y soy una gran persona. Tus resultados o tu trabajo o cuánto dinero ganas no te define como persona, así que solo debes saber que si te amas a ti mismo, a quién le importa lo que piensen los demás”.

23 del mundo. La más joven del top-100. Semifinalista en Roland-Garros. Graduada en secundaria hace apenas una semana. Si con 15 años no hubiera generado tales expectativas, no habríamos dejado de hablar de Cori Gauff, la joven prodigio del tenis mundial. Nunca la perdamos de vista.