Blog Murciego: Swiatek, tenemos un problema
Publicado 12/06/2024 a las 10:29 GMT+2
La polaca parece empeñada en que Roland Garros se convierta en un torneo monótono donde siempre veamos el mismo desenlace. Ella llega, gana el título y se va. ¿Qué pasaría si ampliara su dominio al resto de los Grand Slams? ¿Qué papel juegan sus rivales? ¿Hay algo negativo en ser tan buena?
Tennis - Grand Slam - Roland-Garros - Top 5 - Iga Swiatek (Music)
Autor del vídeo: Eurosport
Después de un lustro cargado de sorpresas y campeonas sorprendentes en grandes escenarios, no sabéis el gusto que da llegar a un torneo como Roland Garros y no tener ningún tipo de duda sobre quién ganará el título. De verdad os lo digo, no sabéis lo difícil que es llegar hasta ese punto. Iga Swiatek es la mujer que ha conseguido hacer aburridas las quinielas, alcanzando un nivel tan superlativo que todo lo que no sea verla abrazando el título pasa a ser una utopía. Con 23 años y seis participaciones en París, la polaca presume de contar ya con cuatro conquistas a sus espaldas, haciendo parecer fácil una gesta de tal calibre. Es verdad que Osaka la puso contra las cuerdas en segunda ronda, que incluso tuvo un match point a su favor, pero es la reacción que vino después lo que realmente define a la Nº1 del mundo. O acabas con ella cuando tienes la oportunidad, o luego ya no hay forma de pararla.
Antes de destripar el artículo y revelar lo que me preocupa en estos momentos, quiero celebrar un día más la existencia de una atleta como Swiatek. En primer lugar, por la emoción que transmite estar viviendo a una jugadora legendaria, una mujer que cuando acabe su carrera podremos mirarnos y decir: ‘Yo estuve ahí’. Evidentemente, detrás de la alegría por tal cantidad de éxito, está el orgullo de ver a una tenista dominando el circuito a su antojo, más allá de las superficies y de los momentos de forma, demostrando que la ausencia de jerarquía dentro de la WTA solo era cuestión de tiempo. Que sí, que seguramente no sea la más carismática dentro de la cancha, me lo dicen muchos. Que tampoco estamos ante la deportista con más tirón mediático, la que más conexión tenga entre los aficionados, puede ser. Pero si hay algo que actualmente me tiene con la mosca detrás de la oreja es ver cómo la gente bromea con la ‘panadería’ de Iga como si fuera algo normal. Que sean tan superior, hasta el punto de hacer ‘malas’ a las demás, puede ser un arma de doble filo.
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Swiatek-Paolini: La reina de la tierra es tetracampeona en París (6-2 y 6-1)
Autor del vídeo: Eurosport
Es tan salvaje el atropello que a su edad acumula casi cien ‘roscos’ en su historial, muchos de ellos firmados ante otras jugadoras del top10. Lo que hemos visto en esta gira de arcilla es insultante, prácticamente nadie le compite, es que ni se aproximan, ni siquiera aquellas que más cerca la persiguen en la clasificación. ¿Quieren ejemplos? Swiatek tiene ahora mismo un balance de 22-4 en finales, 5-0 en finales de Grand Slam, 10-2 en finales de WTA 1000, 10-2 en finales sobre tierra batida y 14-1 en finales contra jugadores situadas entre las diez mejores del mundo. Ante Aryna Sabalenka domina el H2H por 8-3, a Coco Gauff le tritura el H2H por 11-1, mientras que la rivalidad con Jessica Pegula también la controla por 6-3. Solamente Elena Rybakina le tiene tomada la medida (5-3 a favor de la kazaja), aunque mirando los números de Iga no parece que este dato vaya a torpedear su festival constante. ¿Acaso no hay ninguna mujer que le puede mantener un pulso durante once meses del calendario?
"Tengo algunas rivales a las que me enfrento mucho como Aryna, Coco o Elena. No es que no tengamos esas rivalidades, pero no son tan obvias como las de Roger, Novak y Rafa”, contestó la Nº1 mundial en su última rueda de prensa desde París, justo después de tumbar a Jasmine Paolini en apenas 68 minutos de reloj. “A veces depende del cuadro, de que una juega bien en un sitio y otra en otro. Sí que me puedo imaginar tener una rivalidad fuerte con alguien, puede ser alguna de estas jugadoras o alguien nueva, ya veremos. Por mi parte, he aprendido que si disfruto de la vida fuera de la pista, estoy más fresca en la cancha. Me lo pasé bien en Madrid, en Roma y también aquí. He tenido menos dramas comparando con el año pasado y he podido disfrutar de la vida, por eso he tenido más energía en pista”, asegura la de Varsovia, consciente de que solamente un descenso de nivel puede permitir que sus oponentes se acerquen a sus aposentos.
Seguro que a la mayoría os va a pillar muy tiernos, pero esta misma problemática ya sucedió a principios de los años 80 con otra jugadora inexpugnable. Me refiero a Martina Navratilova y aquella época donde por fin encontró la fórmula para alcanzar su mejor versión y aplastar a todas sus rivales sin piedad, incluida mi admirada Chris Evert. La checa apenas perdió una decena de partidos entre 1983 y 1986, aunque lo verdaderamente salvaje estaba en sus victorias. Acostumbrada a ganar sus encuentros en apenas 40 minutos, los periodistas hacían apuestas antes de cada final: ‘¿Cuántos juegos perderá hoy?’. Esto provocó que el circuito moviera ficha y durante un tiempo implantara finales al mejor de cinco sets entre mujeres. ¿Se consiguió aumentar la oposición? Ni mucho menos, pero al menos la gente no se iba con la sensación de haber malgastado el dinero en una función que no cubría la hora de duración. La irrupción de Graf, Seles o Hingis fue lo que acabó por robarle ese protagonismo a Martina, dándole un relevo natural en el circuito femenino. Swiatek todavía es muy joven para relevarla, así que nos conformaremos con verla sufrir un poco más, todo sea por no perder la emoción dentro de un deporte donde hasta la última bola cualquier cosa puede pasar. O eso dicen.
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