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Masters 1.000 de Shanghái, Nadal-Cilic: Los maestros también saben sufrir (7-5 y 7-6-3-)

Pablo Sarmiento

Actualizado 14/10/2017 a las 11:37 GMT

Rafa Nadal certificó su presencia en la final del Masters 1.000 de Shanghái tras derrotar a Marin Cilic (7-5 y 7-6-3-), en un partido en el que tuvo que salvar una situación complicada en la primera manga, levantando tres bolas de set, y acabó por cerrar el choque en el desempate del segundo, desperdiciando dos breaks. Se enfrentará al ganador del Federer-Del Potro este domingo por el título.

Rafa Nadal

Fuente de la imagen: Getty Images

Personajes

Rafa Nadal. Pasó por varias fases dentro del mismo partido. Una dominadora al inicio del primer set, que se tornó en errática en un solo juego que pudo costarle la manga, pero encauzó la situación y acabó cerrando el choque no sin susto final. El número uno vuelve a una final esquiva desde 2009 para él y quiere ganar un torneo que todavía no adorna en su palmarés.
Marin Cilic. Luchó lo indecible en la primera manga, que llegó a rozar con la yema de los dedos, sin embargo, el hecho de no conseguirla fue una losa demasiado pesada para el croata. Perdió nuevamente el servicio en el segundo set y ya no pudo con un Nadal lazado. Buen partido del finalista en Wimbledon 2017, pero no suficiente para derrotar por segunda vez en su carrera al jugador español.

Nudo

Rafa Nadal enfilaba su partido contra Marin Cilic con la cabeza puesta en conseguir el pase a la gran final del Masters 1.000 de Shanghái, un torneo que se le ha resistido siempre a lo largo de su carrera. Con esa intensidad salió a la pista intentando llevarse el break lo antes posible a su marcador. Pero enfrente, el croata sabía sufrir, y aguantaba lo indecible desde la línea de saque.
Hasta seis bolas de rotura tuvo el español en los dos juegos iniciales al servicio de Cilic. A su vez, manejaba con solvencia en su turno ante un jugador que no encontraba la manera de hacer daño desde el fondo de la pista ante el número uno mundial. Pero mantuvo la compostura y poco a poco fue creciendo dentro del partido y con sus golpes ganadores, llegó a contar con tres oportunidades de adjudicarse la manga.
Fue aquí cuando se vio al mejor Nadal. Salió del apuro con maestría, y en el siguiente juego, consiguió el tan ansiado break, que le dio la tranquilidad necesaria para cerrar la primera manga. Cilic había buscado con todo hacer daño al manacorí, pero se encontró con un muro infranqueable que le ponía el choque cuesta arriba (7-5).
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Rafael Nadal à Shanghai

Fuente de la imagen: Getty Images

El segundo set fue el de las oportunidades perdidas. A las primeras de cambio Nadal conseguía un break que podía ser definitivo, sin embargo, recuperó el croata que no quería dar su brazo a torcer en ningún momento. La intensidad subía por momentos, y estaba claro que el partido se iba a decidir por mínimos detalles.
Nuevamente Nadal puso un break de diferencia entre ambos, pero cuando se disponía a sacar para cerrar el partido, con bola para ello incluída, sacó su mejor tenis Cilic para llevar el partido al desempate. Fue aquí donde los errores le condenaron, permitiendo a un sólido y paciente número uno del mundo, cerrar su pase en la gran final del Masters 1.000 de Shanghái, por primera vez desde el año 2009.
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