Juegos Olímpicos, Tenis | Lo que viene: El camino de Badosa y Muguruza hacia las medallas

Garbiñe Muguruza y Paula Badosa se han convertido en dos de las grandes protagonistas del cuadro individual en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La caraqueña no ha cedido ni un solo set en lo que llevamos de campeonato, mientras que la jugadora nacida en Nueva York únicamente dejó escapar la primera manga en su debut.

Su evolución en los últimos dos años permiten pensar que dará alegrías al tenis español aún mayores de las que ha dado hasta ahora. En este 2021, ha consolidado una madurez en su juego que le ha permitido subir del puesto 70 al 29 en el ránking WTA. Sus cuartos de final en Roland-Garros y su cuarta ronda en Wimbledon han permitido que su nombre suene con fuerza en el circuito femenino.

Tras superar un primer contratiempo en su debut ante la francesa Mladenovic con un rosco para cerrar el partido, sorprendió a una de las favoritas, Iga Swiatek, y cumplió con los pronósticos ante la argentina Podoroska. En el horizonte hacia las semifinales está ahora la checa Marketa Vondrousova. El único precedente data de hace mes y medio, cuando Badosa superó en tres sets (6-4, 3-6 y 6-2) a Vondrousova en Roland-Garros. En el mismo lado del cuadro, y de cara a una hipotética semifinal, Badosa se enfrentaría bien a la italiana Camila Giorgi, bien a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, números 61 y 6 del ránking WTA respectivamente y contra las que Badosa aún no se ha enfrentado en su carrera.

Badosa guardaría una bala en su recámara olímpica, ya que este miércoles inicia su andadura en el cuadro de dobles mixto junto a Pablo Carreño. Sus primeros rivales, los polacos Iga Swiatek y Lukasz Kubot. Su tercera vía, el dobles femenino, quedó descartada tras la derrota junto a Sara Sorribes ante la pareja checa formada por Krejcikova y Siniakova.

No estaba siendo un año demasiado positivo para Garbiñe Muguruza hasta la fecha. Tras un inicio de 2021 prometedor, con título en Dubái y cuarta ronda en el Open de Australia, las cosas comenzaron a torcerse y perdió contra todo pronóstico en su debut en Roland-Garros ante la ucraniana Marta Kostyuk, alcanzando apenas la tercera ronda en Wimbledon. Para ella, estos Juegos Olímpicos son una oportunidad ideal para reivindicarse y sacarse la espina de la cita de Río 2016 donde cayó ante la puertorriqueña Mónica Puig que acabaría ganando el oro.

Hasta la fecha, Muguruza ha estado intratable, con contundentes triunfos ante Kudermetova, Wang y Van Uytvanck. El camino de Muguruza pasa por el invidual, toda vez que cayese derrotada junto a Carla Suárez frente a la pareja suiza compuesta por Bencic y Golubic.

Su siguiente rival será la kazaja Yelena Rybakina, una rival ante la que únicamente se ha enfrentado una vez, el pasado 17 de junio, y a la que venció en dos sets (6-4 y 6-3) en sobre la hierba de Berlín. De superar a esta rival, la semifinal le enfrentaría a la ganadora del duelo entre la rusa Anastasia Pavlyuchenkova y la suiza Belinda Bencic. Frente a Pavlyuchenkova, el cara a cara es claramente favorable a una Muguruza que ha vencido seis de sus siete enfrentamientos, el último el pasado mes de mayo. El destino es caprichoso y hace que los dos precedentes ante Bencic hayan sido precisamente en el torneo de Tokio, con una victoria para la suiza (2015) y otra para la española (2018).