Wimbledon 2017, Garbiñe-Rybarikova: Un favoritismo peligroso (14:00)

El talento de Garbiñe Muguruza está fuera de toda duda. Un poderoso físico, un gran saque y una de las derechas más dominadoras y definitorias del circuito WTA son su carta de presentación en cualquier envite. Pero, además, con el paso de los días y las victorias en este Wimbledon 2017; el juego de la tenista española ha ido cogiendo confianza y profundidad. Una mezcla explosiva que ya le llevó a disputar la final del Grand Slam inglés en el 2015, donde cayó ante Serena Williams.

En esta nueva edición, Garbiñe Muguruza, con dos años más de experiencia en su raqueta, afronta el último escalón para volver a disputar una final en Wimbledon. Su rival este jueves es Magdalena Rybarikova. A sus 28 años, la tenista eslovaca afronta el partido más importante de su carrera deportiva y está ante una oportunidad única. De hecho, en treinta y cinco Grand Slams disputados, la jugadora eslovaca nunca llegó a la segunda semana. Además, acabó el 2016 en el puesto 156 del ranking WTA y tuvo que empezar esta temporada disputando torneos ITF. Su presencia en esta semifinal es una auténtico hito.

"Estoy muy feliz de estar en semifinales de Wimbledon. Es un sueño que tuve desde que era niña. Creo que cada jugador sueña con vivir momentos como este en su vida. Pero antes de este partido, me decía a mí misma que ya fue un logro haber llegado a estas rondas finales", comentó tras saberse semifinalista. Pese a no ser una gran sacadora ni una tenista especialmente hábil en la red, la jugadora de Piestany maneja bien los tiempos sobre la hierba y minimiza al máximo sus errores no forzados. Una estrategia que le ha valido para imponerse a tenistas con mucho más ranking como Coco Wandeweghe o Karolina Pliskova.

Hasta la fecha Muguruza y Rybarikova se han enfrenado en cuatro ocasiones, con victoria de la española en el Abierto de Australia e Indian Wells en 2013 (en ambas en pista dura) y triunfo de la jugadora de Piestany en París en 2013 (dura) y Birmingham 2015 sobre hierba, la superficie favorita de la eslovaca. Pese a igualdad en los cara a cara, la tenista española parte como clara favorita. Un favoritismo que siempre es peligroso.