Wimbledon 2016, Mahut-Ferrer: Condenado desde el principio (6-1, 6-4 y 6-3)

Nicolas Mahut. Mostró un nivel sorprendente teniendo en cuenta lo que se esperaba de él al comenzar el torneo. Fue prácticamente insuperable con su servicio y con su revés paralelo hizo mucho daño a Ferrer de forma constante. Se vio en la pista 17 una de las mejores versiones del tenista de Angers, que se cuela por méritos propios en la tercera ronda.

David Ferrer. No empezó bien Ferrer el partido cuando comenzó el día anterior y en su reanudación tras la suspensión por lluvia no mejoraron en exceso las cosas. Dejó marchar con mucha facilidad el primer set y eso dio alas a su rival, que supo sufrir en el segundo ante el tímido conato de reacción del alicantino. Con dos mangas por debajo, la empresa se volvió prácticamente imposible y Ferru abandona Wimbledon por la puerta de atrás.

Resulta tremendamente complicado mantener la concentración en unas condiciones como las que se están encontrando los tenistas en la presente edición de Wimbledon. La lluvia está perjudicando notablemente el major británico y ha llevado a que el primer jueves de competición todavía hubiera partidos de primera ronda por disputarse. El duelo entre David Ferrer y Nicolas Mahut comenzó en miércoles y terminó 24 horas después, lo que terminó teniendo cierta influencia en el desarrollo normal del juego.

David Ferrer no entró con buen pie en un entorno de frío bastante más intenso de lo que cabría esperar en junio en Londres, y antes de que el partido se suspendiera ya había dejado escapar su servicio. Cuando el duelo se reanudó al día siguiente perdió rápidamente otro, llevando el set a un temprano desenlace por 6-1 favorable a Mahut. El francés siguió haciendo daño con un tenis de altura a Ferrer, y parecía que también se llevaría el segundo set con facilidad cuando volvió a robarle su servicio. Reaccionó entonces el tenista español, que con un contrabreak y un tenis mucho más agresivo y acertado pareció capaz de igualar las tornas, aunque no fue más que un breve espejismo. Mahut se llevó la manga y en la tercera pudo gestionar con mucha comodidad el panorama para sellar su pase a la tercera ronda con total merecimiento, dejando al tenis español sin uno de sus primeros espadas.

Mahut superó a David Ferrer allí donde el alicantino ha demostrado ser un maestro consumado: la consistencia. El de Angers no se dejó influir por el frío, el viento o la lluvia a pesar de la primera suspensión y un breve parón al día siguiente, y cimentando su juego en la defensa de su servicio demostró que Wimbledon es un torneo traicionero en el que lo psicológico pesa mucho más que la técnica o el físico.