Wimbledon 2017, Cilic-Federer: Rendidos al mejor de todos los tiempos 3-6, 1-6 y 4-6

Roger Federer: Su poder de intimidación va más allá de lo meramente tenístico. Es y será por mucho tiempo el mejor tenista de la historia, hasta que un nuevo genio sin parangón entre en escena. Si además el partido se disputa sobre hierba y en la Centre Court del All England Club su figura se agigante como una losa sobre los rivales. No fue una tarde de arabescos tenísticos y grandes momentos de juego. No será una final recordada. Al que siempre recordaremos es a Roger Federer.

Marin Cilic: El tenista croata firmó un partido para olvidar. Si el año pasado en esta misma pista fue capaz de llevar a todo un Roger Federer a los cinco sets, en la final de este año su tenis se paralizó. Quizá porque entró en pista desatado. Excesivamente ansioso. Quizá porque le pudo el escenario y el rival. Quizá porque el reto de ganar Wimbledon le paralizó. Lloró como un niño, pero logró recomponerse mentalmente para acabar el partido con dignidad y mostrar parte del tenis que le ha llevado a ser subcampeón en esta edición de Wimbledon 2017.

Los mejores de la historia según sus títulos de Grand Slam: Roger Federer (19), Rafa Nadal (15), Pete Sampras (14), Novak Djokovic (12) y Roy Emerson (12).

Primer set: Nervios. Muchos nervios y muchos errores no forzados. Así arrancó el partido, con un Marin Cilic agresivo y jugando con un altísimo nivel de riesgo en sus golpes y con un Roger Federer poco inspirado y algo atascado en la red. La situación desencadenó en el peor escenario posible para el jugador croata, que pasado de revoluciones vio como el tenista de Basilea despertaba poco a poco para ir tomando el mando del partido. Lo tomó con todas las consecuencias. Firmó dos breaks y desató los miedos de Marin Cilic. El set se le fue con demasiada facilidad al tenista balcánico.

Segundo set: Fuera de su zona de confort y abajo en el marcador, el jugador croata no encontró el modo de volver al envite. La ansiedad dio paso a la desesperación y ni sus mejores golpes lograron sacarle del atolladero. Con 3-0 abajo pidió la presencia del fisioterapeuta en pista y rompió a llorar en su banquillo. Más tarde tuvo que ser atendido en su pie izquierdo.

Si fue un ataque de ansiedad o un problema físico no lo podemos saber, pero el tenista de Medjugorje consiguió recomponerse y volver a pista con algo más de tranquilidad, pero sin soluciones. El desenlace de la segunda manga fue el esperado. Roger Federer cerró el segundo set cuando el duelo apenas había cumplido los 60 minutos de juego.

Tercer set: Pese a que Marin Cilic consiguió reactivar la lucha y pelear por la tercera manga, los errores no forzados volvieron a marcar el destino del duelo. El jugador de Basilea supo manejar los tiempos del desenlace del envite. Aceleró sus acciones cuando la situación lo demandó y cómodamente se dirigió hacia la victoria. Lo hizo desde la elegancia y la tranquilidad. Sin excesos. Como un campeón magnánimo ante un rival algo entregado. Una atronadora ovación de la Central de Wimbledon celebró la victoria del mejor tenista de todos los tiempos. Lo había vuelto a hacer. Y van ocho.