La madurez de Garbiñe Muguruza
Actualizado 14/03/2021 a las 13:02 GMT
Garbiñe Muguruza está viviendo a sus 27 años un nuevo estado de madurez competitiva que hace pensar en que lo mejor está por venir en la carrera de la caraqueña. Junto con Conchita Martínez, el 2021 le ha traído en apenas mes y medio de calendario un título en Dubái y dos finales más, dejándola como una de las jugadoras más en forma del circuito WTA.
Son ocho títulos en su carrera, dos de ellos en Grand Slam (Roland-Garros 2016 y Wimbledon 2017), pero la sequía se extendía desde que en 2019 defendiera el trofeo ganado una temporada atrás en Monterrey. Demasiados meses, cuarentena de por medio, para una jugadora que estaba llamada a ser una de las puntas de lanza de un siempre disputado circuito femenino de tenis. Quizás siempre se había achacado a la falta de temple y cabeza a la hora de cerrar los partidos el hecho de que Garbiñe no terminara de explotar. Parece que, con la llegada de Conchita Martínez a su banquillo, la tranquilidad ha llegado.
El 2021 es una buena muestra de ello, con tres finales alcanzadas en Melbourne, Doha y el reciente título en Dubái, unos octavos de final en el Open de Australia donde solamente cedió frente a la ganadora Naomi Osaka, desperdiciando varias bolas de partido y dando un gran nivel y, sobre todo, superando cuadros nada fáciles, dado que se encontraba fuera del top-15 del ránking. El top-10 se sitúa cada vez más cerca en un camino que vuelve a ser el de una tenista con las cosas muy claras.
Los brotes verdes de Muguruza ya se dejaron sentir en el arranque de 2020, donde perdía la final del Open de Australia frente a Sofia Kenin, y un año después son más que una realidad para una jugadora que ya cuenta con dos títulos de Grand Slam en su palmarés. El binomio con Conchita funciona y los frutos llegan en forma de victorias, en un momento de su carrera que la confirma como una de las mejores tenistas de la WTA.
Tranquilidad, buen juego, pero, sobre todo, saber estar en las situaciones de mayor tensión, están siendo las mejores armas de una Garbiñe, que gana hasta el día que no está tan brillante con sus golpes, síntoma claro de que está alcanzando una gran regularidad en su tenis, llevándola con asiduidad a las últimas rondas de los torneos. El gran objetivo de cada jugadora.
Con su victoria en Dubái, Muguruza se sitúa en el puesto número 13 del ránking de la WTA, a las puertas de las diez primera plazas y con gran parte de la temporada todavía por jugarse. Garbiñe ha alcanzado la madurez y los resultados confirman esta tesis. La española está claramente en su mejor momento.
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