ENTREVISTA EUROSPORT CON PAULA BADOSA: “Sin un Grand Slam, mi carrera habrá sido una puta mierda”

Antes de abandonar Madrid, Paula Badosa, la mejor tenista española, atiende a Eurosport para profundizar en la lesión que le viene atormentando desde hace varias semanas. Una charla intimista donde acepta que tendrá una retirada prematura, aunque en su cabeza no se plantea dejar de pelear.

Entrevista Eurosport a Paula Badosa

Fuente de la imagen: Eurosport

Cuando me dispongo a cruzar la puerta de entrada del hotel Four Seasons de Madrid ya sé lo que me espera al otro lado. Lujo, ostentación, un alarde de capital económico combinada con la exquisita atención por parte de sus empleados. En cuanto a la persona que me espera en el hall, tengo más dudas. Esta profesión me ha permitido conectar muchas veces con Paula Badosa (Nueva York, 1997), la mayoría de ellas de manera virtual o en las clásicas ruedas de prensa, pero ninguna como la primera, cuando allá por 2018 pude entrevistarla en el Club de Tenis Valencia justo después de ganar su primer ITF 60K como profesional.
"Lo recuerdo perfectamente, llevaba una camiseta roja y tú una amarilla", responde Paula en cuanto le traslado aquel recuerdo. –¿En serio se acuerda?– Su currículum vitae me obliga a pensar que estoy delante de otra mujer, que el éxito la ha tenido que cambiar, que la tristeza por llevar un mes sin competir evitará que traspase esa barrera emocional que todo periodista busca pulsar cada vez que hace una entrevista. Media hora después, mi satisfacción no puede ser mayor. Claro que duele escuchar cómo una deportista de 27 años habla de manera tan natural sobre la retirada, pero reconcilia ver que la persona que hay detrás sigue siendo la misma de siempre.
Entrevista Eurosport con Paula Badosa
Entrevista Eurosport con Paula BadosaFuente de la imagen: Eurosport
Paula, ¿cómo estás?
Estoy bien, intentando gestionar esto lo mejor posible. Obviamente podría estar mejor, me gustaría estar jugando. Con lo que me gusta competir, de la manera que empecé el año, por cómo vengo trabajando y cómo he mejorado mentalmente… es duro, ahora mismo ver un partido desde fuera y pensar que podría ser yo quien estuviera ahí es muy doloroso. De todos modos, hoy gestiono mejor esta sensación que años atrás, con la edad he ido aprendiendo.
 ¿Esta lesión ya es para siempre?
Para siempre, es una lesión crónica. Lo que pasa es que lo de esta vez es diferente, sigo teniendo controlado el dolor del lado derecho, pero ahora me viene de golpe y me toca el nervio. Es como una hernia que se ha movido, podría jugar con esto, el problema es que me está tocando el nervio. Con esto no puedo hacer ni vida normal.
¿Recuerdas el momento exacto de lesionarte?
En Miami me vino el golpe fuerte, el latigazo. Desde entonces he estado casi cuatro semanas sin poder hacer nada, ni tenis ni vida normal. Los primeros días los pasé en Mónaco, me acuerdo que no podía ni ver la televisión porque no encontraba una posición para sentarme sin dolor. La primera infiltración no me hizo absolutamente nada, estaba desesperada, ahí sí que estaba mal de verdad. Con la segunda infiltración me dejó de hacer daño, me permitió hacer vida normal, entonces fue cuando empecé poco a poco a entrenar y hacer gimnasio.
Así no se puede vivir…
Todos los días me despierto con miedo. No te engaño, esta semana he tenido que mandarle mensajes a Pol (Toledo) a las 05:00 de la mañana porque no podía dormir, no puedo con la incógnita de si la espalda estará bien ese día o si podré hacer vida normal. Mentalmente es lo que más me está costando.
Por lo que me cuentas, nunca más vas a entrar completamente segura a una pista.
Siempre habrá un pelín de riesgo, eso es lo que más me fastidia. En Miami recuerdo estar muy bien en el primer partido, llevaba una semana haciendo sets sin problema, pero a partir del sexto juego me vino un pinchazo y me volví loca. Soy una persona muy emocional, no sabía si el pinchazo era muy grave, si era de estrés o solo un mal gesto, en esos momentos estás perdida. Ahí pensé: o me retiro o intento seguir. Claro, que muchas veces no retirándote lo estás haciendo todavía peor. Hay veces que veo que no juego ni con la rival, es frustrante.
¿Por qué sigues intentándolo?
No me queda otra, soy muy cabezona. Para que me retire tendrían que decírmelo los médicos… y estoy en contacto diario con ellos. Muchas veces se lo he dicho: hasta que no me operéis y ya no haya solución, seguiré con las infiltraciones, aún sabiendo lo mal que me sientan y lo nocivas que son para el cuerpo.
¿Efectos secundarios?
Muchos, me afectan mucho físicamente, pero si eso me permite competir lo seguiré haciendo. Forma parte de mi carácter.
Hablas con mucha naturalidad de la retirada, como si estuviera próxima.
Eso seguro, lo tengo asimilado. Tener un carácter tan fuerte me ha ayudado a aceptar esto con el paso del tiempo, sé que me voy a retirar joven y al día siguiente iré directa al quirófano. Esto lo sé por la carrera que llevo y por los problemas que tengo en la espalda.
¿Tanto merece la pena?
Me da muchísimo el tenis, el día a día, me apasiona tanto… al final no dejo de tener 27 años, si me dicen de parar con 30 o 32 pues vale, pero si puedo aguantarlo de alguna manera, entonces voy a intentarlo.
Quizá jugar menos sea la solución.
Esto es un problema mío, cuando me siento recuperada quiero jugarlo todo. Ahí es donde entra la lucha con Pol de no mirar más allá del próximo torneo o no pensar en clasificarme para Riad, pero me cuesta. Muchas veces me hice esta pregunta: ¿quiero estar cinco años más jugando menos torneos, o arriesgar un poco y luchar por los grandes objetivos? Supongo que la respuesta está en buscar el equilibrio.
Entrevista Eurosport con Paula Badosa
Entrevista Eurosport con Paula BadosaFuente de la imagen: Eurosport
Yo pensé que ibas a arriesgar en Madrid.
Lo intenté hasta el final, pero si me levanto con dolor… ¿qué hago? Si juego aquí me hago más daño, eso significa que ya no se soluciona con una infiltración, igual me toca estar parada dos meses más, entonces ya no me veis hasta el US Open […] No quería ese riesgo, creo que he hecho bien las cosas, quería ir poco a poco. Tal y como estaba, meterme esta semana en la pista no me aseguraba ni terminar el primer partido, eso me hace mucho más daño que no entrar a jugar.
¿Te molesta que te repitan la cantidad de retiradas que llevas como profesional?
Sinceramente, me molesta bastante, la gente no sabe por lo que estoy pasando. No me importa que me digan otras cosas, sé a lo que me dedico y lo expuesta que estoy, pero justamente eso me toca las narices porque nadie sabe lo que estamos pasando tanto yo como mi equipo.
Más allá de tu amor por el tenis, tiene que haber algo más que te haga seguir empujando.
Primero está el amor al tenis… y bueno, reconozco que todavía sigo soñando con un Grand Slam. Este año lo tuve cerca, así que ahora lo quiero más, voy a seguir empujando toda mi vida, aún sabiendo que ahora hay unas jugadoras que marcan la diferencia. Pese a estas lesiones he podido demostrar que, estando sana, soy una de las mejores del mundo. Eso me hace preguntarme: ¿por qué no puedo ser yo la siguiente si estoy en forma?
Imagina que te retiras sin ese Grand Slam. ¿Sería una mala carrera?
Si lo ves desde fuera, supongo que es una buena carrera. Si me lo preguntas a mí, es una puta mierda […] Para mí es una obsesión, nunca lo he dicho tan claro, pero es así.
Cuántas quisieran llegar donde has llegado tú.
Sé lo difícil que es todo, pero es mi personalidad, la misma que me ha destrozado tantas veces, pero también la que me ha hecho estar donde estoy. Leyendo la entrevista que le hiciste a Pol, decía que lo que más le ha impresionado de mí es mi fortaleza, mi espíritu de lucha. Muchas veces se queda impactado de lo que soy capaz de hacer solamente por intentar alcanzar ese sueño. No me arrepiento de ser así, quiero retirarme sabiendo que lo di todo, aunque termine coja.
Ya has demostrado que estando sana eres top10. ¿No te vale con esto para dormir tranquila?
Más que tranquila, me hace sentirme orgullosa. He tenido muchas cosas en contra, pero siempre he conseguido salir adelante, el día que me retire será de lo que más orgullosa esté. Incluso por encima de los títulos, me quedo con esa faceta de resurgir todo el tiempo, la esencia del ave fénix. Ahora me identifico mucho con eso.
Sabes que detrás de ti hay un equipo, millones de aficionados, tu hermana Jana, etc. ¿Lo haces también por ellos?
Cien por cien, me has puesto la piel de gallina […] Aparte de perseguir ese Grand Slam, uno de los motivos por lo que sigo es por toda la gente que me quiere y me sigue. Entrar a una pista y ver a tanta gente animándome, incluso cuando estaba #80 del mundo, es algo que empecé a valorarlo y apreciarlo mucho más. Para mí la persona más importante es mi hermana, también lo hago mucho por mi madre, tenemos una relación muy especial vinculada al tenis. Con Pol lo mismo, cada vez que me borro de un torneo siento que les fallo, aunque ellos insistan que están conmigo en el mismo barco. Puedo mover muchas masas, pero eso también significa tener mucha responsabilidad, por eso pienso que le debo mucho a mi familia, a mi equipo y a todos mis aficionados.
Se te quiebra la voz al hablar de tu hermana.
Tenemos una relación muy especial. Yo me fui de casa con 14 años y ella tenía 4, más que una hermana para mí es como una hija. Siempre me encargué de hacer de madre y de hermana, con todo el respeto para mi madre. Luego se fue a Estados Unidos a estudiar, siempre estamos hablando 24/7, no hay día donde no hable con ella un par de horas. Tenemos una relación muy cercana.
¿Quiere jugar a tenis?
En su momento sí quería, pero luego vio mi vida y cómo afectaba todo a nivel profesional y familiar. Siempre hubo mucha presión en casa, incluso a nivel económico.
¿Y ahora qué piensa?
Durante cuatro años se apartó del tenis, no quería saber nada, pero ahora ha vuelto. Ella lo tiene como herramienta para alcanzar un estilo de vida, para ganar unos valores, el tenis siempre aporta mucho en este sentido.
Entrevista Eurosport con Paula Badosa
Entrevista Eurosport con Paula BadosaFuente de la imagen: Eurosport
Imagina que ganas un Grand Slam, el que tú quieras. ¿Y luego, qué? Mira lo que le pasó a Dominic Thiem.
Lo puedo llegar a entender, que la gente pierda la motivación una vez lo consigue, te puedes quedar vacío. No sé si podría pasarme como a Thiem, yo pienso que no, me gusta demasiado el tenis y eso creo que nunca va a cambiar. Puede que sintiera el vacío tras haberlo dado todo, pero me conozco bastante, seguramente sería la más feliz del mundo y me iría dos meses a Maldivas para celebrarlo, pero… el que me conoce sabe que al día siguiente ya estaría pensando en ganar el segundo. La gente con mi carácter nunca tenemos suficiente, es difícil cambiarnos.
Te has convertido en una referente en cuanto a fortaleza mental, ¿recuerdas cuando fuiste débil?
Creo que siempre he sido fuerte, el problema es que siendo débil fui muy destructiva conmigo misma. Era más joven, más emocional y no me conocía tanto como ahora. Me faltaban experiencias por vivir, experiencias para comparar y saber solucionar. Sigo pensando que siempre he sido una persona fuerte, si no… hubiera sido imposible empezar mi carrera a los 14 años totalmente sola. He tocado fondo varias veces, he conocido ese lado oscuro, pero gracias a eso me he convertido en la persona que soy ahora.
Te entrevisté por primera vez en 2018, después de ganar un 60K en Valencia. ¿Cuál ha sido tu mayor cambio en estos siete años?
La seguridad en mí misma, creer más en mí, no parar de trabajar hasta conseguir algo. En esa fuerza interior he cambiado muchísimo.
Ahora dime algo que siga en el mismo lugar.
Sigo siendo la misma persona normal, humilde, muy sencilla. Igual suena raro, pero no me gusta llamar la atención, prefiero pasar por perfil bajo, de ahí que mi equipo lo formen todo personas muy cercanas a mí. Por ejemplo, con Pol he crecido, lo conocí cuando tenía 7 años y él tenía 10. Los dos somos de pueblo, nos encanta cobijarnos en ese lugar donde nadie nos moleste, huir de todos estos lujos.
¿Nunca se te ha subido el éxito a la cabeza?
Pues mira, igual sorprende, pero me pasó de junior, cuando gané Roland Garros en 2015. La gente empezó a llamarme ‘la nueva Sharapova’, alguien que era mi ídolo, encima una chica elegante. Recuerdo pensar en ese momento: ‘Esto es súper fácil, me están diciendo que el año que viene me meto top10, pronto vendrán un montón de sponsors’. En ese momento me pensaba que era Dios, por eso luego me costó tanto dar el salto a profesional.
¿Qué te pasaba ahí?
Que no aceptaba nada, no tenía bien la cabeza, era una persona muy competitiva y me frustraba muy rápido. No luchaba los partidos, me metí en un círculo muy tóxico donde toda la gente de mi entorno me doraba mucho la píldora. Las personas me elevaron a una realidad que no existía, un error en el que tropecé por no entender ciertas cosas. Ahí fue cuando caí en la depresión y la ansiedad, veía que no estaba cumpliendo mis objetivos, pero era otra realidad. Ahora me avergüenzo de haber sido así.
Bueno es reconocerlo.
De hecho, cuando mejor me han ido las cosas es cuando más normal he sido, terminé aprendiendo mucho de aquella etapa, donde no era nada humilde. Reconozco que en esos años se me subió mucho.
Ahora que estás arriba, ¿qué es lo más turbio que tiene el circuito?
Lo expuestas que estamos, que la gente nos juzgue continuamente. Quizá si eres actriz pues ya sabes a lo que te expones pero, si eres deportista, la verdad es que no te lo esperas. Ser famoso conlleva acudir a galas, eventos, reuniones con sponsors, a cumplir con muchos compromisos. Dentro de la figura del tenista, esta parte es la que me gustaría borrar. Siento que tengo lo profesional y lo personal totalmente ligado, también por la persona con la que estoy, pero a veces cuesta mucho de llevar.
Pese a todo el sacrificio que estás haciendo, incluso poniendo tu cuerpo en peligro, nada te asegura que haya premio al final del camino. ¿Estás preparada para eso?
Claro que sí, es una posibilidad. Grand Slams hay cuatro al año, es la misión de jugar bien siete partidos durante dos semanas, pero es una gran oportunidad para todas. Siempre hay un factor de suerte donde no sabes si te molestará algo, si te vendrá la regla o tu rival estará perfecta ese día. Hay mil factores que repercuten en quince días, muchos de ellos incontrolables. Tengo que aceptarlo y ver la imagen en perspectiva, estar orgullosa de todo lo que he cumplido.
Te ofrezco un trato: ganar el próximo Roland Garros a cambio de retirarte. ¿Lo firmas?
Sí.
¿En serio?
Sí.
Es increíble que no dudes.
Lo firmo… pero también firmaría no ganarlo y estar cuatro años seguidos en el top10, que es muchísimo tiempo. La gente siempre me dice que disfrute del camino, así que esos cuatro años serían maravillosos, aunque no ganara un Grand Slam.
Lo tienes muy claro.
Totalmente, ganar un Grand Slam y retirarme al día siguiente. Lo firmo ya mismo.
Únete a Más de 3 millones de usuarios en la app
Mantente al día con las últimas noticias, resultados y deportes en directo
Descargar
Compartir este artículo
Anuncio
Anuncio