Sainz: “Me ha costado"

Carlos Sainz apuntaba en el anuncio de su despedida, que ahora “es un buen momento para dejar de participar en el Campeonato del Mundo”. Para Carlos Sainz, esta ha sido una “difícil decisión, sobre todo por lo mucho que sigo disfrutando en las carreras, y si a esto le sumamos que estoy en el equipo campeón del mundo y que tengo la posibilidad de continuar en la próxima temporada, todo el mundo puede entender lo complicado que ha sido tomar esta decisión".

MADRID, 21 de octubre.- El aspecto humano ha sido trascendental. "Hoy me ha dicho mi hija que no sabe montar en bici... y tiene seis años. Imaginaros", comentó el piloto madrileño, quien sobre su hijo mayor señaló que le apoyará en lo que quiera hacer, aunque no tiene especial ilusión en que siga sus pasos.

Sáinz, cuyo capítulo de agradecimientos, desde Citroen, pasando por copilotos, equipos, marcas, dirigentes, aficionados y hasta su esposa Reyes, fue muy amplio, argumentó también que en este adiós han influido los cambios producidos en los últimos años en el Mundial. "Espero que el Mundial de Rallys siga en la buena dirección, porque últimamente ha dado muchos tumbos. Ha cambiado mucho desde que y algunas decisiones no las comparto. Hay una serie de normas o reglamentaciones que no ayudan a hacer más interesante este deporte", dijo.

Aunque la escudería francesa le dio todas las facilidades optó por no seguir disputando tan solo algunas carreras. "En mi vida he hecho las cosas con mucha pasión y al cien por ciento, y quizá ese haya sido mi secreto. Hacer las cosas a medias nunca a sido mi filosofía", manifestó Sáinz, quien le encantaría "seguir colaborando con ellos (Citroen), no como un 'test driver' (piloto de pruebas) pero si de manera esporádica en alguna prueba. No he cerrado las puertas a ningún tipo de colaboración".

Aún no sabe qué va a hacer. Por el momento tiene mucha ilusión en cerrar el presente Mundial con buenos resultados, luego descansará "no mucho porque tengo bastantes energías dentro", dedicará tiempo a su familia y amigos y más tarde se planteará su futuro para encontrar "algún reto" que le interese. De momento, ya ha recibido llamadas, por ejemplo, de si le interesaría competir en el Dakar en años venideros, pero no lo sabe. "No voy a estar nunca inactivo, eso es imposible", señaló Sáinz, que que tiene claro que no va a ser nada en lugar del Mundial, sino participaciones esporádicas.

Se declaró "orgulloso" de lo que ha conseguido y de "haber llevado la bandera de España por todo el mundo", y se consideró bien tratado en líneas generales por la crítica y por el propio Mundial, lo que ocurre es que cree que en una carrera tan dilatada han pasado muchas cosas. "Sería injusto por mi parte quejarme de lo que mi carrera me ha dado. Que podíamos haber sido mejores, pues también, pero no me puedo quejar", añadió Sáinz, quien no se considera "una leyenda, sino un deportista".

No se queda con ningún buen momento en especial, porque "ha habido muchos", y en cuanto al peor señaló que "todo el mundo sabe cuál (el abandono a medio kilómetro de acabar el Rally de Gran Bretaña de 1998 cuando se iba a proclamar campeón". Apuntó que desea que tras él no se produzca "un vacío" en España, porque sería "muy triste" para él, así que recomendó que se trabaje para conseguir meter a varios pilotos en el Mundial, aunque precisó que "no es fácil y no hay una varita mágica", y aseguró que desconocía qué piloto va a ocupar su lugar en Citroen para el próximo año.