La opinión de Luis Jiménez: La mala prensa

Es un hecho irrefutable: Enric Mas cae mal, rematadamente mal a un sector importante del aficionado ciclista. Resulta inquietante comprobar que alguien tenga tan mala reputación entre los seguidores a un determinado deporte, que despierte tanta animadversión, al que no se le perdone un solo error, una sola equivocación, al que se le lapide cada vez que abre la boca, sea para dar su opinión ante una etapa o para dar los buenos días. Digo todo esto sin descubrir nada nuevo ya que, por desgracia, esta constante ha sido lo normal en la carrera deportiva de este ciclista. Sin embargo, sí que me ha llamado la atención la fiereza, en ocasiones teñida con el manto de la ironía, que es incluso peor que la propia crudeza en el adjetivo, con la que el foro ciclista ha digerido el abandono de Mas en Il Lombardía.

Me he alejado deliberadamente de X, antes Twitter, dado el carácter selvático de los comentarios y me he fijado más en los escritos en Instagram, una red presuntamente más amable, más educada y más ponderada que la de Elon Musk. Tremendo. Les puedo asegurar que en este ciclismo de salón, las palabras de comprensión, de apoyo (estamos hablando de un profesional que abandona una carrera por sentirse mal tras una caída) han sido mínimas mientras que, en cambio, las muestras de juicio implacable contra este ciclista rayan la crueldad. Aquí van varios ejemplos: “Lo normal en Enric, Después se enfada porque le llaman paquete, Vaya fiasco, Lo de siempre, Este tío es lo peor, No pudo Mas, Menudo blandengue, Enric Menos, En su línea, Quién es?, Tremendo paquete, Enric perverso, Se está reservando para mañana”… y así hasta un centenar de frases que parecían más un concurso por ver quién era el más hiriente/original/hiperventilado que por expresar una opinión sana, positiva o crítica, pero desde el respeto. Ya digo que es un fenómeno recurrente en la trayectoria de este corredor, en el convencimiento de que haga lo que haga, diga lo que diga, siempre le caerán palos. La pregunta obvia es, ¿por qué?

Adelanto: no tengo una respuesta a mi anterior duda. Sí creo poder afirmar que Enric Mas es un gran corredor, un ciclista con un palmarés que muchos ya quisieran tener: ser tres veces segundo en La Vuelta, haber peleado hasta el final con Pogacar en Il Lombardía del pasado año no está al alcance de los profesionales que se dedican al ciclismo ¿Entonces? Quizá por su propio carácter, su manera de ser, de comunicarse con el aficionado hayan provocado una desconexión, un hueco difícilmente superable y que provoca cierto rechazo por defecto. Coincide, además, con una generación de talentos para esto del ciclismo que hacen vibrar al seguidor de este deporte, que entusiasman por su manera de correr. Mas no pertenece a esa clase de corredor sin que, por supuesto, esto implique algo negativo. Simplemente, es un ciclista diferente, más cerebral y ciertamente menos efectista. Hace poco, durante La Vuelta, respondió que no iba a atacar de manera desesperada, que prefería hacer podio que ganar en Angliru dado su perfil de corredor. Y no engañaba a nadie…y recibió estopa por todos los costados. No olvidemos tampoco que el equipo Movistar es muy de esa filosofía y que por ello también ha recibido -y recibe- aceradas críticas ¿Tan mala es esa forma de entender el ciclismo?

Es una forma de ver las carreras o de entender este deporte tan buena como cualquier otra. Lo cierto es que hay otros ciclistas de menor palmarés, pero mejor conexión con el espectador, que entusiasman al respetable con un ataque pancartero de cara a la galería, aunque no vaya acompañado por nada más, deportistas que han caído de pie y que hagan lo que hagan, aunque sea una cagada de proporciones épicas, siempre van a contar con el apoyo, la comprensión y el cariño del público. Reconozco que a mí tampoco me entusiasma la filosofía ciclista de Enric Mas, pero respeto profundamente cada minuto que se sube a una bicicleta, lo que sufre en una carrera, lo duro que debe de resultar leer lo que cada día se escribe sobre él y escuchar lo que esa creciente masa crítica dice cada día que compite, que se juega el pescuezo en forma de caídas, accidentes, enfermedades; el poco crédito que se otorga a lo que consigue y la escasa empatía que genera. Parte de responsabilidad, seguro, recaerá en él mismo, en cómo gestiona y le gestionan ese contacto con el exterior pero, modestamente, creo que nunca se debería traspasar la línea roja de la falta de respeto hacia un tipo que, con mayor o menor fortuna, se gana la vida en la carretera sobre una bicicleta.