Blog Vintage: Adiós a Kopa, el ‘fransuá’ del Madrid

Y todo ello por la conjunción astral sobre una mesa a la que se sentaron la UEFA, el periodista de ‘L’Equipe’ Gabriel Hanot y los dirigentes del Real Madrid Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta. Que la historia de amor entre el Madrid y la Copa de Europa empezó bendecida.

Kopa pertenece a ese puñado de jugadores que le dieron nombre y apellido a la competición. De origen polaco (su apellido completo es Kopaszewski), a Kopa se le considera uno de los cinco mejores futbolistas franceses de la historia: Zidane, Platini y Fontaine serían los otros indiscutibles en una dura pugna de Henry y Cantona por entrar en el repóquer. Se sobrepuso a un accidente de adolescente en una mina por el que perdió el dedo índice de la mano izquierda.

El Real Madrid, por su poderío económico, siempre se ha regido por la filosofía si no puedes con tu enemigo, únete a él” (Di Stéfano, Hugo Sánchez, Figo, Laudrup, Petrovic, Cristiano…) así que Bernabéu lo vio claro cuando Kopa casi le quita con el Stade Reims la primera Copa de Europa en el Parque de los Príncipes. Era Kopa el agitador de aquél ‘fútbol-champagne’ para que saliera bien toda la espuma.

Bernabéu tardó unas horas en oficializar su fichaje en el mismo París tras la final ganada por 4-3 (con remontada, que eso siempre estuvo en el ADN madridista). Y le fue bien en el Madrid, donde acumuló dos ligas (1957 y 1958) y tres Copas de Europa (1957, 1958 y 1959), además de ser ganador del Balón de Oro del 58 en pugna con el alemán Helmut Rahn y su compatriota Just Fontaine.

Kopa lució el 7 en el Madrid y se adaptó como atacante a la banda derecha. Hubiera sido tontería competir por el carril central con Alfredo di Stéfano. Le llamaban el ‘fransuá’ en el vestuario blanco e, internacionalmente, ‘El Pequeño Napoléon’.

Formó en su última temporada, la de la llegada del húngaro Ferenc Puskas, quizás la mejor línea atacante del fútbol: Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento. El Mundial 58 con Francia fue el suyo, aunque los focos por sus goles se fijaron más en Fontaine, autor de 13 tantos y que sigue siendo el más prolífico en una fase final de un Mundial. Dejó el Madrid en 1959 para retornar al Reims.