32 defensas diferentes, una de las cruces del Barça

Adriano en el lateral izquierdo, Bartra y Piqué de centrales y Alves en su posición natural de lateral derecho. Esta fue la defensa que se vio obligado a alinear Tito Vilanova en la vuelta de semifinales de Champions League contra el Bayern de Múnich. Una defensa de circunstancias con Puyol lesionado, Jordi Alba sancionado, Eric Abidal también tocado por una sobrecarga en los gemelos y con un Javier Mascherano en fuera de juego desde que se lesionó en la ida de cuartos contra el PSG.

Esta fue la trigésimo segunda defensa diferente que ha alineado el entrenador del Barcelona esta temporada. Por circunstancias, por lesiones, por sanciones… y por tener una plantilla corta. O no del todo bien confeccionada por la veteranía y los problemas físicos continuos de Carles Puyol, el hecho de que Mascherano no es central puro aunque lleve tres temporadas en esta demarcación, y con la feliz vuelta de Abidal a punto de concluir la temporada y sin el ritmo necesario de competición.

Esas 32 defensas diferentes han marcado la ausencia de una línea fija que dote de estabilidad al equipo, de ahí que la cruz y el punto más débil del Barcelona esta campaña haya sido el hecho de encajar un gran número de goles que aunque no le impedirán ser campeón de Liga, sí le ha privado de haberse visto al contragolpe por el Real Madrid en la vuelta de semifinales de Copa del Rey y por el Bayern de Múnich en la ida de semifinales, cuando el joven e inexperto Bartra tuvo que ser forzosamente titular.

La reconstrucción que tiene pendiente Tito Vilanova y la secretaría técnica del club azulgrana debe construirse desde la zona defensiva, fichando al menos uno o dos centrales (suena con mucha fuerza Matt Hummels del Borussia de Dortmund) e incluso un lateral izquierdo en caso de que Abidal no continúe.