Lo que hemos aprendido del Atlético de Madrid-Galatasaray

Presión que vuelve a ahogar. Diego Pablo Simeone ha vuelto a instaurar el miedo al rival a través de una presión incesante que ahoga la salida de balón. El Galatasaray, sobre todo en la primera parte, no logró salir con facilidad de su campo. Solo tuvo una ocasión clara de Wesley Sneijder que intimidó al Atlético de Madrid. Lograron tener oportunidades robando tan arriba. Vuelve el libreto del argentino.

Griezmann tiene víctima preferida. Llevaba una jornada sin marcar y todo parecía extraño, pero volvió a reencontrarse con el gol ante el Galatasaray, misma víctima a la que hizo ya un doblete en el partido de ida de la fase de grupos. El delantero marcó dos buenos tantos –sobre todo el primero- para volver a demostrar que está en condiciones de ser la referencia de un Atlético de Madrid que reclama sus goles.

Gabi, en su mejor partido. Y el principal valedor de Griezmann fue Gabi, que le dio las dos asistencias en el partido ante el Galatasaray. El jugador, que disputó los 90 minutos, realizó su mejor encuentro en lo que llevamos de temporada. El centrocampista controló el juego junto a Koke y Tiago. El capitán necesitaba un partido así.

El centro lateral, una constante. Vuelven las constantes en el Atlético de Madrid. Si volvió la presión en todo campo, también continuaron con los centros laterales. Las llegadas de los centrocampistas desde la segunda línea y el don del remate de Fernando Torres y Antoine Griezmann eran la razón perfecta para apostar por esa estrategia. Solamente uno, el del primer gol, tuvo resultado.

Nuestra opinión. El Atlético de Madrid realizó un partido sólido, avalado por el mejor Griezmann, un delantero eficiente en una cita en la que los colchoneros necesitaban cerrar la clasificación.