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¿Lo sabías? El PSG dinamitó el ‘Last Dance’ de Koeman en Copa de Europa

Jorge Ordás

Actualizado 10/03/2021 a las 09:19 GMT

La última aventura europea de Ronald Koeman como jugador del Barcelona tuvo un triste colofón en el Parque de los Príncipes. El mismo escenario donde, casi 26 años después, buscará un milagro sin precedentes que permita al Barcelona estar en el bombo de los cuartos de final de la Liga de Campeones.

Ronald Koeman (FC Barcelona-PSG), Liga de Campeones 1995

Fuente de la imagen: Imago

Pensar en Ronald Koeman con la camiseta del Barcelona es verle pateando el histórico lanzamiento de falta que trajo la primera Copa de Europa en Wembley ante la Sampdoria, pero ¿cuál fue su último choque europeo? Caprichos del destino, la última aventura de Koeman en la máxima competición continental como azulgrana tuvo lugar en el Parque de los Príncipes un 15 de marzo de 1995.
Aquel día, como se empeñaría en hacer durante buena parte de los años 90, el París Saint Germain dio un disgusto a un equipo español. El Real Madrid lo sufriría en sus carnes en la Copa de la UEFA de 1993 y en la Recopa de 1994, así como el Superdépor, ya no dirigido por Arsenio Iglesias sino por JB Toshack, también en la extinta competición de campeones coperos en 1996 pero, un año antes, sería el Barcelona de Johan Cruyff quien padeciese las diabluras de los Weah, Ginolà y compañía.
Era aquel un Dream Team en transición, prácticamente en decadencia. La temporada anterior quedó marcada por la fatídica final de Atenas, en la que el Milan se llevó la Copa de Europa por un aplastante 4-0. Ni siquiera la agónica Liga del penalti de Djukic había convencido a los pesos pesados del vestuario como Romario (rumbo al Flamengo), Laudrup (Real Madrid), Zubizarreta (Valencia) o Julio Salinas (Deportivo) de intentar un último asalto a la ‘orejona’.
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Milan-Barcelona 1994 - Imago

Fuente de la imagen: Imago

Koeman y Stoichkov, estandartes

El éxodo azulgrana dejaba a Ronald Koeman, héroe de Wembley, y al siempre inflamable Hristo Stoichkov como líderes de una plantilla que venía a reforzar un exmadridista con vitola de estrella pero que no terminaría de explotar: Gheorghe Hagi. Como escuderos de lujo, veteranos de la vieja guardia como Ferrer, Sergi, Guardiola, Bakero, Nadal o Txiki Beguiristain.
El Barcelona pondría todas sus fichas en la apuesta por la Copa de Europa. Apeados en octavos de final de la Copa del Rey por un Atlético que flirteaba con el descenso y relegados a una discreta cuarta posición en Liga con sonrojantes actuaciones como las ‘manitas’ en el Santiago Bernabéu (5-0) y El Sardinero (5-0), el honor del Dream Team, o lo que quedaba de él, pasaba por la máxima competición continental.

Una eliminatoria cargada de despropósitos

El Barcelona quedaría relegado a la segunda posición de su grupo por detrás de un sorprendente Goteborg y por delante de Manchester United y Galatasaray. Ya en cuartos de final, se enfrentaría al campeón francés, el PSG, que venía de romper una hegemonía de cinco títulos consecutivos del Olympique de Marsella en su país.
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Ronald Koeman y Johan Cruyff (FC Barcelona)

Fuente de la imagen: Imago

Se trataba de un equipo con mucho músculo, pero donde el talento marcaba la gran diferencia. Entrenados por un viejo conocido del fútbol español, Luis Fernández, destacaban su excéntrico portero Bernard Lama y varios jugadores top en el panorama europeo como David Ginola, Raí o George Weah.
La experiencia culé igualaba la desventaja del factor campo y, en un partido muy igualado en el Camp Nou, Igor Korneiev adelantaría a los de Cruyff con su único gol como azulgrana seis minutos antes de que Weah, tras una falta lateral, cabecease a la red el empate a uno definitivo. Por delante, 90 minutos a vida o muerte en París.
El Barça todavía no está muerto y tengo fe en París (Ronald Koeman, tras el partido de ida)

Stoichkov declara la guerra

El partido de vuelta, vital para el devenir de la temporada, tendría en Hristo Stoichkov al primer gran protagonista. Sus desencuentros con el técnico Johan Cruyff hicieron llegar la situación a un punto de no retorno en el que afirmó que “si él sigue, me voy”. El deseo de abandonar la disciplina a final de temporada era ya un secreto a voces y todo saltó por los aires varios días antes del partido, en unas declaraciones para la televisión búlgara en las que cargaba contra el técnico y contra sus compañeros de vestuario.
Cruyff me está atacando porque no marco goles, pero no quiere ver nada de la gente de la defensa, que en los últimos siete partidos ha permitido que nos metieran 18 goles. Desde que empezó a atacarme no me hablo casi con nadie del equipo. Voy a los entrenamientos, les saludo a todos, me entreno y me voy a casa. Me he encerrado en mí mismo. (Hristo Stoichkov)
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Hristo Stoichkov y Jordi Cruyff (FC Barcelona)

Fuente de la imagen: Imago

Ronald Koeman, como peso pesado del vestuario, respondió con dureza a las palabras del búlgaro.
Otras veces ya ha dicho chorradas así, su falta de compañerismo nos perjudica. Si no juega con corazón, mejor poner a otro. (Ronald Koeman, sobre Stoichkov)
En medio de esta tormenta, Stoichkov ganó la batalla y fue titular en el Parque de los Príncipes. El Barcelona aún sacó fuerzas para poner la eliminatoria de cara, gracias a un gol de José Mari Bakero, el héroe de Kaiserslautern, a centro de Ronald Koeman al poco de iniciarse la segunda mitad. Otro José Mari, García Lafuente, tuvo en sus botas un 0-2 que desbarató Lama.
En el minuto 72, Cruyff se saltó esa máxima de no hacer substituciones cuando se defiende un saque de esquina y dio entrada a Abelardo por un descafeinado Hagi. En esa acción, un cabezazo de Raí igualaba la eliminatoria tras una mala salida de CarlosBusquets. La sensación era de que ese golpe terminaba por tumbar a un coloso que había maravillado al continente durante casi un lustro.
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FC Barcelona PSG (Liga de Campeones 1995)

Fuente de la imagen: Imago

La puntilla llegó a siete minutos del pitido final. Guerin avanzó ante la mirada de un Ronald Koeman afanado en sostener el desmarque de Weah y conectó un disparo seco, raso y ajustado al palo que acababa con el sueño de ese último baile del defensa holandés con la Copa de Europa.
Lo peor vendrá cuando veamos las semifinales sentados delante del televisor (Ronald Koeman, tras la eliminación)
Nueve días más tarde, el 24 de marzo, Ronald Koeman fue el protagonista del programa ‘Barend-Van Dorp’ de la televisión holandesa RTL-4. Allí, dijo las palabras que todo barcelonista se negaba a escuchar: "Me voy”. Koeman confirmaba que esos serían sus últimos meses como futbolista azulgrana tras cumplir los 32 años, una decisión que ya había compartido con Johan Cruyff: "Fue muy respetuoso conmigo, no intentó hacerme cambiar de opinión".
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