La opinión de Elías Israel: Simeone da con la tecla en la Champions

El ambiente de la Premier le va como anillo al dedo al equipo rojiblanco, que supo escribir otra página gloriosa de su historia europea en un escenario único. Simeone ya había avisado de la importancia de leer los momentos del partido y su equipo lo interpretó muy bien. Competir así es otra manera de dar espectáculo. El golazo de Lodi fue el colofón a una actuación convincente. La solvencia ha vuelto.

Cuando al plan colectivo se le añade el rendimiento individual, el Atlético es uno de los ocho mejores equipos de Europa. Mejoró en todas las líneas. Oblak, por fin, recordó al de las grandes noches con algunas manos memorables. En la zaga, esta vez le salió cara a Giménez y sus músculos le respetaron. Junto a Reinildo dieron buenas sensaciones. Hay que sumar otro gran despliegue físico de Llorente, de esos que dejan impronta en las islas. Dos grandes noticias en el centro del campo: Koke se pareció a Koke y De Paul recordó al del Udinese, ocupando mucho campo, llegando, filtrando pases y sintiéndose importante; arriba, Griezmann, el de las grandes citas, el que juega la final de un Mundial como si estuviese en el patio de su casa, apareció en el mejor momento y João Félix, sin deslumbrar, dejó algún destello.

Simeone sorprendió, en el peor momento liguero de su equipo, asegurando que éste podía ser el año del Atlético en la Champions. Parecía más una bravata que una declaración de intenciones real, pero su equipo ya ha transitado por esta vía. Nunca ha ganado una Copa de Europa, pero es un experto en eliminatorias. Si además de las sensaciones recupera la confianza de alguno de sus extraordinarios jugadores, será un rival temible para cualquiera que se le ponga por delante.

La grada atlética en Old Trafford lo festejó con sus héroes a lo grande, como merecen los momentos especiales en la vida de un equipo con licencia para soñar.