¿Lo sabías? Transnistria, un viaje al país que no existe y que defiende su independencia con fútbol

Fue toda una odisea llegar hasta Tiráspol, el ‘estado fantasma’ no reconocido por la Organización de Naciones Unidas. El equipo blanco viajó en avión desde Madrid a Chisinau, la capital de la antigua república soviética de Moldavia. Seguidamente, se desplazó en autobús a Tiráspol, que se encuentra a unos 75 kilómetros por carretera.

La travesía incluyó una parada obligatoria en la militarizada frontera entre Moldavia y el territorio de Transnistria, una franja de territorio con la mitad de superficie que la comunidad de Madrid. Entre el puesto de control moldavo y el transnistrio, un contingente de soldados rusos garantiza la paz desde hace treinta años.

"Aquí no venía un equipo español desde 2002. Fue el Real Betis de Denilson", comentó un reportero local en la víspera de lo que en Tiráspol se ha catalogado como el partido del siglo.

Aunque el Shériff pertenece a una región separatista, depende de la Federación de Fútbol de Moldavia.

"Estamos ante una gran fiesta. Le damos la bienvenida al Real Madrid", comentó a la Agencia EFE Vitali Ignátiev, ministro de Exteriores de Transnistria.

El diplomático expresó su confianza en que gracias a este partido contra el rey de Europa, todo el mundo sepa ahora localizar en el mapa de Google a Transnistria, territorio situado a la orilla izquierda del río Dniéster.

"El Sheriff y su juego son los mejores mensajeros de Transnistria. Mejor que los políticos, el club contará lo que es Transnistria. Transnistria está favor de la amistad y del juego limpio", subrayó.

Ignátiev no descartó una nueva sorpresa del Shériff, que ha traído "chispa" al fútbol europeo. "El Sheriff puede sorprender a cualquiera. Es un club que tiene deseo de ganar. La voluntad de victoria es la base de Transnistria y eso se refleja en el deporte".

El Real Madrid se jugará la clasificación para octavos de final en un estadio con apenas 13.000 localidades de aforo, aunque por restricciones covid sólo habrá disponibles 7.000 asientos. El Sheriff Stadium es pequeño, modesto, similar en su construcción a Ipurua (Éibar) y con unas gradas pintadas de amarillo y negro, los colores del equipo.

Fundado en 1997, el club moldavo que ya dio la campanada en el Santiago Bernabéu en el partido de la primera vuelta, ha ganado 19 ligas y 10 copas en Moldavia y son un habitual de competiciones europeas, concretamente las fases previas de la Champions League y la Europa League, donde nunca han conseguido pasar de la fase de grupos.

Ahora lo tienen mejor que nunca para intentar meterse entre los 16 mejores equipos de Europa si vuelven a sorprender al Real Madrid, ya que son terceros del Grupo D con 6 puntos, a sólo 1 del Inter y 5 por encima del Shakthar Donetsk. Si acaban terceros, pasarán directamente a dieciseisavos de la Europa League y en cualquier caso, ése hipotético resultado sería el mejor en su corta pero interesante historia europea hasta la fecha.

Su victoria en el Santiago Bernabéu hace dos meses les puso en el mapa y ahora, aunque el Sheriff Tiráspol juegue en un país ‘que no existe’ o al menos no está reconocido internacionalmente, quieren que todo el mundo les reconozca futbolísticamente.