¿Qué pasó con... Chris Bambridge?

No supuso una eliminación, no fue una jugada clave que decidiese el destino de España en aquella copa del mundo, pero dolió tanto o más como si así fuese. Lejos de menguar esa sensación de frustración, tristeza e impotencia, con el paso de los años dichos sentimientos se recrudecieron, cada vez que de un televisor brotaban las imágenes de esa fantástica volea de Míchel desde la frontal, esa parábola perfecta del esférico golpeando en el larguero, botando dentro de la portería brasileña y saliendo fuera de la meta defendida por el arquero Carlos Gallo.

Fue una jugada rápida, difícil de ver para el colegiado y juez de línea, pero la sensación de injusticia era demasiado grande. Si ya de por sí era muy complicado ganar a la selección brasileña, con errores arbitrales en contra la empresa se tornaba en poco más que una quimera. .

Desde entonces, el trencilla de aquel partido se sumó a la larga lista de nombres que habían impedido a España lograr algo importante en una cita mundialista; Chris Bambridge. La selección española cargó duramente contra el colegiado al término del encuentro y, al margen del nefasto arbitraje, España se situaba en una situación comprometida habiendo perdido el primer partido de aquel Mundial 86 de México.

Aunque el conjunto dirigido entonces por Miguel Muñoz solucionó la papeleta pasando la fase de grupos y cayendo definitivamente en cuartos de final ante Bélgica, aquel mundial acabaría siendo recordado por ese error. Con el paso de los años la sensación de injusticia y rabia permanecía e incluso se hacía más intensa a medida que la selección brasileña acumulaba triunfos y logros en las copas del mundo, mientras España se empeñaba en tropezar una y otra vez consigo misma, incapaz de desembarazarse de los horrores pasados.

Ese error también marcó la carrera de Chris Bambridge. El colegiado australiano, tras su lamentable arbitraje en Jalisco, no volvió a dirigir ningún partido del Mundial 86. Antes de dicha cita, solamente había arbitrado un Mundial Sub-20 en 1983 y un Mundial Sub-16 en 1985.

Tras lo ocurrido en México, Chris Bambridge todavía tuvo la oportunidad de arbitrar en una gran cita deportiva, fue en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde arbitró un único partido correspondiente a la fase de grupos entre Argentina y Corea del Sur.

Marcado por ese fallo en el Mundial 86, el amor de Chris Bambridge por el arbitraje le ayudó a superar la repercusión de aquella acción por lo que, una vez retirado, decidió mantenerse ligado al mundo del fútbol y del arbitraje. Actualmente, Bambridge trabaja para la Federación de Fútbol del estado de Victoria, en Australia, donde dirige y coordina el desarrollo y la base del estamento arbitral en ese estado.

Lejano resulta para él aquel error en México 86, aunque a España le costó mucho más olvidar aquella acción, al final lo hizo, aunque para ello hiciese falta una prórroga insufrible, un gol mágico en el Soccer City y una leyenda a la que venerar hasta la eternidad por apagar para siempre las llamas de lo que parecía una perpetua injusticia; Andrés Iniesta.