Eurocopa 2020 | Gales-Dinamarca: Dolberg eclipsa a Bale y prolonga la hazaña danesa

0 - Gales: Ward; Roberts (Williams, min. 40), Mepham, Rodon, Davies; James (Brooks, min. 78), Allen, Morrell (Wilson, min. 60), Bale; Ramsey; Moore (T. Roberts, min. 78).

4 - Dinamarca: Schmeichel; Christensen, Kjaer (Andersen, min. 77), Vestergaard; Stryger (Boilesen, min. 77), Delaney (Jensen, min. 60’), Hojbjerg, Maehle; Daamsgard (Norgaard, min. 60), Dolberg (Cornelius, min. 69) y Braithwaite.

Goles: 0-1, Dolberg (27'); 0-2, Dolberg (49'); 0-3, Maehle (89'). 0-4, Braithwaite (90 + 6').

Árbitro: Daniel Sieber (ING). Amonestó a Rodon (min. 25), Moore (min. 40), Brooks (min. 80) y Bale (min. 90 + 3'). Expulsó a Wilson con roja directa (min. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa celebrado en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam (Países Bajos).

Sabedores de la oportunidad que tenían delante, Gales y Dinamarca saltaron al terreno de juego del Johan Cruyff Arena con ganas de hacer historia y alcanzar los cuartos de final de la Eurocopa. Con ritmo y sin especular llegaba al área de Ward el combinado danés, con un Martin Braithwaite muy intenso como acostumbra en todos los partidos. Pese a ello, los primeros avisos serios fueron del equipo británico, por medio de un enchufado e implicado Gareth Bale. El jugador del Real Madrid desprendía peligro inminente hacia la meta de Schmeichel, que aunque no tuvo que actuar, sí vio de cerca los dos primeros intentos desde fuera del área del capitán gales. Pero esta Dinamarca no se amedrenta en los malos momentos, y bien lo ha demostrado en este torneo. Poco a poco fue equilibrando el choque a base de intensidad y recuperación del balón. Los corners se sucedían y evidenciaban la transformación que había sufrido la contienda.

Gales dejaba maniobrar cerca del área de castigo al combinado de Hjulmand, una idea poco aconsejable y que tendría malas consecuencias. Dolberg, un nueve con mucha clase y a la espera de su oportunidad, recibió el esférico en la frontal tras una buena combinación colectiva, se giró y escupió un remate inapelable al palo largo de la meta de Ward. Una jugada y un disparo para enseñar a los delanteros en las escuelas de fútbol, que puso en ventaja a Dinamarca para delirio de la parroquia danesa. El gol dejó tocado a los de Rob Page, que además perdieron por lesión a Connor Roberts en los últimos compases de la primera mitad. Fue incapaz Gales de proponer réplica en los primeros cuarenta y cinco minutos y lo que estuvo más cerca fue la ampliación de la diferencia en el electrónico en el tiempo de descuento. Tuvo lugar en un remate algo egoísta de Maehle cuando esperaba Braithwaite en mejor posición para embocar a portería.

La reanudación también quiso dejar emociones fuertes desde muy pronto. Apenas cuatro minutos después de dar inicio, Dinamarca asestaba un segundo golpe certero a la columna galesa. Otra vez Braithwaite en una arrancada desde la derecha que pese a no finalizar bien permitió el rechace fallido de Williams, un regalo que no desaprovecharía Dolberg para batir a Ward con un potente disparo desde dentro del área. La jugada no estuvo exenta de polémica por una posible falta en el inicio que ni el VAR ni el propio colegiado acabaron por rectificar. El gol, ahora sí, obligaba a poner toda la carne en el asador al equipo de Page, consciente de que ya no había margen para rectificar. Comenzó entonces a inclinarse el campo en dirección a la meta de Schmeichel, aunque sin concretar de cara a portería. James lo probó con un derechazo que tuvo que repeler la defensa danesa.

Fue un arrebato puntual que logró frenar Dinamarca pasado el ecuador del segundo acto. Los dos goles de ventaja parecían una losa demasiado amplia para Gales, enterado de la dificultad pero a la vez responsable de ir con todo para meterse en el partido. Con más corazón que cabeza remaba el equipo de Reino Unido, pese a saberse ante una quimera complicada, no solo por el marcador, sino por las sensaciones que mostraban los dos equipos sobre el terreno de juego. Tanto fue así que los galeses entregaron la cuchara y la selección danesa aprovechó para hacer sangre y lograr el tercero en otro remate potente dentro del área de Maehle. Demasiada frustración en el combinado de Page, que acabó con diez por la roja directa de Wilson en el descuento. Con los brazos abajo llegó el cuarto de Braithwaite, que recibió el premio del gol a la perseverancia. Tuvo que revisarlo y corregirlo el VAR, que primero invalidó la jugada por un fuera de juego muy justo. Dinamarca pasó por encima de Gales, demostrando que lo fundamental es llegar a tiempo, además de la importancia del estado de ánimo de un equipo que tras verse con pie y medio fuera y después el susto de Eriksen, ahora se mete entre las ocho mejores de la Eurocopa y sueña con alargar la hazaña. Gales pierde una oportunidad de oro.

Dio por válido el gol de Braithwaite en el descuento tras revisar el fuera de juego señalado por asistente.