¿Lo sabías? La tarde en la que Ceballos salvó a Zidane en Mendizorroza

Hubo un tiempo en el que Zinédine Zidane creía fervientemente en las rotaciones para el Real Madrid. Eran los inicios de la temporada 2017/18, año en el que se terminó conquistado la Decimotercera, y el inicio de Liga había sido bastante mejorable. El Barcelona se aupó al liderato en la tercera jornada y no lo soltó hasta el final del torneo, mientras que los blancos llegaron a Mendizorroza para medirse contra el Alavés en una comprometida octava posición que ya desató críticas hacia Zidane en su momento.

Aquel año el Real Madrid contaba con mucha savia joven para renovar una plantilla que, tres años después, tampoco ha cambiado tanto. En aquellos primeros meses de la temporada, Jesús Vallejo, Theo Hernández, Marcos Llorente o Dani Ceballos intentaban hacerse un hueco en el once, y Zidane fue dándoles vuelo siempre que el cansancio o las lesiones se lo permitían.

Este convencimiento hizo que ante el Alavés el centro del campo estuviera comandado por Dani Ceballos e Isco junto al siempre presente Casemiro. El sevillano acababa de fichar procedente del Betis por 16,5 millones de euros y era una de las grandes promesas del fútbol nacional, lo que convirtió su fichaje en un movimiento estratégico a largo plazo. Ceballos respondió, con el 24 a la espalda, y firmó un doblete en su primer partido como titular con la camiseta del Real Madrid. Los blancos ganaron por 1-2 en un partido en el que la afición vio en el exbético a su futuro ídolo en la medular.

Han pasado más de tres años desde aquella soleada tarde vitoriana y la situación parece no tener vuelta de hoja en el Real Madrid. Ceballos ya va por su segunda temporada cedido en el Arsenal, donde tampoco es capaz de asentarse como un titular indiscutible; Isco se ha diluido y sólo Casemiro se mantiene con galones en el centro del campo que sigue compartiendo junto a los eternos Toni Kroos y Modric.

Las rotaciones de Zinédine Zidane han ido perdiendo protagonismo, hasta el punto de que en el presente curso ya hay dos jugadores que buscan o han buscado salidas conscientes del muro que supone el once del Real Madrid. Jovic ya marca los goles que nunca enseñó en el Bernabéu en su retorno al Eintracht Fráncfort y Ödegaard está en la rampa de salida. Tres años después, y con Zidane convaleciente en casa por culpa del coronavirus, el recuerdo de aquella tarde de reivindicación de Ceballos en Mendizorroza no es más que un difuso recuerdo en la memoria de un equipo que se está lamiendo las heridas tras el fracaso copero en Alcoy. Los jóvenes han perdido peso y oportunidades con el paso del tiempo en un Madrid cada vez más enrocado en sí mismo.