Djokovic sigue con su inmaculado camino

Djokovic, que se enfrentó por sexta vez a Kohlschreiber con marca de 5-1, tuvo que hacer su mayor esfuerzo desde que comenzó el último torneo de Grand Slam de la temporada, que busca ganar por segunda vez como profesional. El número uno del mundo, que comenzó el partido de forma arrolladora, vio cómo su rival restó mejor en la segunda manga, aseguró su saque y le forzó a que tuviese que hacer gala de sus mejores golpes en los tantos decisivos antes de conseguir ganarla tras 56 minutos.

Nole, que nunca se sintió cómodo en la pista Louis Armstrong, donde volvió a darse una elevada temperatura y humedad, se dio cuenta que estaba ante un rival muy peligroso si le hacía la concesión de un set. De ahí que el haber ganado el segundo set fue decisivo porque Kohlscreiber estaba más adaptado a las condiciones meteorológicas reinantes en la pista y con mayores reservas físicas.

Pero una vez más, el poder y eficacia de su saque hizo posible que Djokovic pudiese dosificar las fuerzas físicas y esperase de nuevo en la tercera manga para romperle el servicio a Kohlschreiber en el tercer juego y con el parcial de 2-1 ya fue todo lo que necesitó. Porque aunque cedió dos oportunidades de rotura de saque, el jugador alemán no pudo concretarlas y Djokovic se aseguró el pase a los octavos con la segunda pelota de partido que dispuso en el décimo y definitivo juego al cometer Kohlschreiber el último de los 36 errores no forzados que tuvo en el partido por sólo 19 del número uno del mundo.