Masters Monte Carlo 2019: Nadal y las claves de una derrota inesperada

Pero la derrota de Nadal tiene detrás una serie de factores que a buen seguro le pueden hacer recapacitar y pensar para sus siguientes citas dentro del calendario, empezando por el Conde de Godó, para posteriormente recalar en Madrid y Roma antes de iniciar el asalto hacia Roland-Garros, donde pase lo que pase, volverá a partir como el rival a batir.

El primer aspecto a tener en cuenta es su estado físico. Rafa está acostumbrado a volver siempre con un altísimo nivel después de estar un tiempo lesionado, pero lo cierto es que no es ni mucho menos fácil recuperar el buen tono y las buenas sensaciones de golpe en el juego. Todo lleva su proceso, como él mismo reconocía tras las semifinales, “te acostumbras a ser sólido incluso cuando regresas de una lesión. Ganas, ganas, ganas, pero las cosas no son fáciles", aseguraba el manacorí.

Es innegable que la rodilla derecha le ha privado de encontrar hasta el momento sus mejores sensaciones de competición y contra Fognini, el hecho de enfrentarse con un rival que supo responder con contundencia a todo lo que proponía el español sin aparente esfuerzo, le llevó a una dimensión que un Nadal en plenitud hubiera podido resolver en mejor medida, pero que ante la falta de partidos, provocó que el balear acabara repitiendo una y otra vez un patrón de juego que no estaba funcionando. La derecha liftada no sacaba de la pista al italiano que golpeaba bien asentado en la mayoría de ocasiones y su revés no le permitía mover de un lado a otro de la línea de fondo a su rival. Además, ante la falta de todos estos elementos, apenas pudo finalizar puntos en la red.

Si bien Nadal nunca ha destacado por ser un gran sacador, y menos si tenemos en cuenta que la tierra batida es la superficie menos benévola para los grandes cañoneros del circuito, la solidez de sus turnos al servicio había marcado el devenir de la última etapa de su carrera, donde su mejora, sobre todo con el segundo, trajo un gran revuelo en el Open de Australia. Pues contra Fognini no funcionó, estando a su merced durante los nueve juegos que tuvo que afrontar al saque.

Los números así lo atestiguan, con un 44% de puntos ganados con su primer servicio y solamente un 39% con el segundo. Unos datos que se quedan lejos de lo que acostumbra el manacorí, que uno dos dobles faltas y ningún ‘ace’, que le llevaron a ceder hasta seis saques de los nueve disputados. Además, llegó a salvar otras cuatro bolas de rotura, sufriendo en todo momento ante el gran nivel mostrado por Fognini.

"Todavía estoy esperando lo mejor. A partir de ahí hay que estar preparado para aceptar lo negativo y este fue un día negativo. He perdido una oportunidad en un torneo muy importante para mí. Estoy triste, por supuesto. Es difícil dar más explicaciones. Podríamos hablar de técnica o táctica. Pero es sobre todo un día donde las sensaciones no están". Para Nadal no eran tan importantes los números, sino el no encontrarse a gusto en general sobre una pista donde ha conquistado en once ocasiones el título.

Si algo bueno tiene el mundo del tenis es que no hay mucho tiempo para lamentarse, ya que Nadal desembarca en el ATP 500 de Barcelona, con la mirada puesta en la conquista su duodécimo título en la ciudad condal, en una pista que lleva su nombre. El Conde de Godó espera a un Rafa que llegará más rodado dando un nuevo paso de cara a llegar a Roland-Garros de la mejor manera posible.